Dormitan las auroras en el lóbulo febril de aquella copa serv | La chica del XXI
Dormitan las auroras en el lóbulo febril de aquella copa servida a medias de fondo se siente el eco una montaña repara miocardios con estrabismos El eco es suave, como el agua de lluvia que utilizábamos el eco no me grita acaricia los sentidos que dejaste a medio armar La euforia del recuerdo hace explotar la copa ¡Mozo! ¡Mozo! ¡Sírveme, aunque rota esté la copa!