2021-02-01 20:34:14
Suele ser algo común. Durante la semana vamos con nuestra ropa de trabajo, o unos jeans, una camisa sencilla... y el fin de semana vamos en modo Instructor Zero a practicar al polígono, y probablemente no seamos conscientes de las cicatrices mentales que generamos al hacer esto.
Tenemos que tener siempre claro, ¿A qué vamos al campo de tiro? Si vamos por mera diversión y nuestra arma no representa una herramienta defensiva, podemos practicar como sea. Si trabajamos en seguridad y en nuestras labores se nos dota de chaleco con placas de protección balística y funda externa, pues así deberíamos practicar, o bien si el uso de este equipo nos servirá para mejorar en algun aspecto nuestras destrezas. Pero si somos civiles y el uso de toda esta indumentaria ¨táctica¨ no aplica en nuestro día a día o lo hacemos por mera costumbre o ¨look¨, estaremos produciendo en nuestro cuerpo memoria muscular que nos puede pasar factura ante un evento defensivo.
Si entre semana utiliza funda interna, practique con funda interna, si entre semana no porta cargador extra, no practique en el polígono con un cargador extra, si usa camisas con faldas por fuera, no practique con un chaleco táctico y faldas por dentro etc etc.
Entre más asemejemos nuestras condiciones en el campo de tiro con nuestra rutina diaria, mejores opciones tendremos si llegamos a requerir nuestra arma defensivamente.
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