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Pero la Revolución es una obra incompleta, que demanda complet | La Tizza

Pero la Revolución es una obra incompleta, que demanda completarse con nuestro sacrificio, porque solo en ese sacrificio se hace real: solo del fuego desatado de sus “impurezas” pueden fraguarse sus victorias.
Sostenemos el vínculo con los movimientos revolucionarios de la izquierda mundial. Alzamos el internacionalismo como valor, pero también como necesidad, que permita crear el mundo al cual debemos insertarnos, un mundo inexistente aún donde no prime la fuerza del capital reduciendo a los pueblos a la más horrorosa explotación, un mundo que debe ser solidario, anticapitalista, anticolonialista, equitativo, feminista, de justicia social, ecológica y de género.
La Revolución ha de ser siempre expansión y profundización de las causas más justas, nunca límite ni aplastamiento. Su grandeza radica en su capacidad para existir en nuestra cotidianidad como la oposición a todo lo injusto.
Bajo estas nociones, asumimos los siguientes principios articuladores:
PRIMERO: La UJC y los espacios emergentes revolucionarios son resultado de acumulados históricos de la Revolución Cubana, de la causa mundial del socialismo, de la tradición de lucha de nuestro pueblo por su total emancipación y de fuerzas progresistas de todas partes del mundo.
SEGUNDO: La UJC y los espacios emergentes revolucionarios asumen hasta sus últimas consecuencias el legado de radicalismo martiano, fidelista y de otras mujeres y hombres de la Revolución, la lucha por la dignidad, igualdad y libertad plenas, contra la explotación clasista y colonial y contra todos los tipos de injusticia y discriminación por razón de orientación sexual, identidad de género, color de la piel, grupo etario, credo religioso, situación de discapacidad, origen nacional o regional, entre otras lesivas a la dignidad humana.
TERCERO: La UJC y los espacios emergentes revolucionarios sustentan el derecho de Cuba a su total independencia y soberanía; condenan el imperialismo y su política colonialista; y reafirman la absoluta autodeterminación del pueblo cubano para elegir el camino del socialismo como vía para alcanzar toda la justicia.
CUARTO: La UJC y los espacios emergentes revolucionarios se consagran en el respeto y la defensa de la Constitución de la República de Cuba.
QUINTO: La UJC y los espacios emergentes revolucionarios deben sostener relaciones de horizontalidad y autonomía en sus formas, unidad en sus principios y fomentar la unidad de acción.
SEXTO: La UJC y los espacios emergentes revolucionarios aceptan la contradicción, no el antagonismo, el desacuerdo de método, no de principios ni ética para la magna obra de construir el socialismo en Cuba.
SÉPTIMO: La UJC y los espacios emergentes revolucionarios reconocen el papel de vanguardia y el compromiso constitucional que debe cumplir la UJC para la formación de las más jóvenes generaciones en los principios revolucionarios y la ética del socialismo; y suscriben su potencialidad y responsabilidad para nuclear y catalizar el empeño de unidad y transformación radical de todo el activismo y la militancia revolucionarios existentes en el país.
OCTAVO: La UJC y los espacios emergentes revolucionarios reconocen su deber con la Revolución y el pueblo en impulsar y liderar todas las transformaciones políticas necesarias para profundizar la causa del socialismo y sus tareas históricas de liberación social y nacional.
NOVENO: La UJC y los espacios emergentes revolucionarios se reconocen como continuidad de la Batalla de Ideas iniciada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, entendida como proyecto para la profundización del socialismo y la recuperación de sus imaginarios en la Cuba actual.
En La Habana a los 26 días del mes de febrero del año 2022, en el “Año 64 de la Revolución”, los firmantes se comprometen a honrar, de acto y de palabra, estos principios articuladores.

Alejandro Gumá Ruiz