Get Mystery Box with random crypto!

*VIDA DE SAN JOSÉ* *Hna. María Cecilia Baij* *Entrega 54* | 💐Libros católicos grabados💐 Apóstoles de Su Amor



*VIDA DE SAN JOSÉ*
*Hna. María Cecilia Baij*

*Entrega 54*

*LIBRO 2*

*CAPÍTULO XV*

*FAVORES DIVINOS*( Continuación)

Al salir del Templo, después de haber recibido un favor tan grande de su Dios, se fue a su taller, y aquí de nuevo dio gracias a su Dios; se puso de nuevo a trabajar todo concentrado, y para ese día no fue capaz de tomar alimento corporal. La noche siguiente le habla el Ángel en el sueño y se congratuló con él por el favor recibido, asegurándole también que dentro de poco habría tenido lo que él muchos años antes le había prometido por parte de Dios. Lo exhorto para que continuara rindiendo gracias a Dios por el gran beneficio que le habría hecho. Al despertarse el Santo joven rindió nuevamente gracias a Dios, invitando con el santo profeta David a todas las criaturas para alabar a su Dios; y con los tres niños de Babilonia lo bendecía, y esto lo hacía, no solamente cuando recibía algún favor especial, sino diariamente, gozando mucho su espíritu en rezarlas, y nuevamente agradecía a su Dios por haber dado a sus criaturas el don para que lo alabaran y bendijeran de esa manera. Estaba el Santo joven esperando las Gracias prometidas, con toda tranquilidad y todo confiado en la divina disposición; las deseaba, pero su deseo no era impaciente, ni nunca se fue investigando cosa alguna, ni se ponía a pensar cual habría sido esa cosa que Dios le habría dado como compañía y con la cual se habría tenido que ocupar para servir a su Dios. Nada de esto busco nunca nuestro José, sino que todo calmado y tranquilo esperaba las promesas divinas, muy seguro que su Dios todo lo habría hecho con suma providencia y con infinito Amor. Esto si iba diciendo a menudo: "Oh, que hermosa suerte la mía, tratar con una criatura que Dios me dará para hablar de sus grandezas, su bondad, su infinito Amor, sus divinas perfecciones, y esta criatura se dignará tratar conmigo, ¡y no rechazará mi vileza, mi pobreza, mi bajeza, mi indignidad! ¡Oh que bueno sois Vos conmigo, Dios mío! ¡Oh, como secundáis los deseos de quien confía en Vos!". Esto decía el Santo alabando y agradeciendo siempre a su Dios, y recibiendo todo el bien de sus manos divinas y reconociéndolo todo venido de Dios. ( continuará)

*Apóstoles de Su Amor*