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*VIDA DE SAN JOSÉ* *Hna. María Cecilia Baij* *Entrega 177* | 💐Libros católicos grabados💐 Apóstoles de Su Amor



*VIDA DE SAN JOSÉ*
*Hna. María Cecilia Baij*

*Entrega 177*

*LIBRO 3*

*CAPITULO XI*


*REGRESO A NAZARET*


Concluidas ya todas las funciones, se quedaron un poco de tiempo los Santos esposos María y José con su Hijo en Jerusalén, volviendo de nuevo al Templo donde ya habían ofrecido los regalos que habían recibido de los reyes de oriente. Procuraron entender la Divina Voluntad, si tenían que volver a Belén o a Nazaret, su ciudad, para vivir allí y comprendieron que debían volver a Nazaret y el Ángel también se lo manifestó a José en el sueño.
Decidieron partir, y esto para nuestro José fue de algún consuelo, porque pensaba que en Nazaret tendrían alguna comodidad, donde la Divina Madre y el Niño no sufrirían tanto; y se alegró de ello con su esposa, la cual ya sabía lo que debía tener lugar dentro de poco para liberarse de la persecución de Herodes. Por lo tanto, permaneció callada con su José, y no le manifestó cosa alguna y gozo Ella también al ver consolado a su esposo.
Luego, al estar solos, San José le manifestó lo que le había sucedido en el Templo, los misterios que había entendido, y el dolor con el cual había quedado traspasado su corazón por la profecía de Simeón.
Todo se lo narraba con muchas lágrimas y suspiros y le decía a menudo: esposa mía inocentísima, ¡qué grande será el dolor que vos deberéis sufrir!, no sé qué será de mí, y si estaré presente en vuestras penas, pero si esto fuera, ¡como podrá soportarlo mi corazón!". Lloraba amargamente el Santo y la Divina Madre lo consoló, diciéndole que no temiera, porque su Dios proveerá todo y los asistirá con su Divina Gracia. "Dios está con nosotros, le decía, no tenemos que temer, remitámonos todos a su Divina Voluntad. Por ahora gocemos y alegrémonos de que a nuestro Jesús lo hemos rescatado y es todo nuestro, por lo cual podemos gozar de su Presencia y gustar su amabilidad y dulzura. Él pensamiento de que Jesús está con nosotros, que es todo nuestro, nos tiene que mitigar toda amargura".
Se consoló mucho nuestro José por las palabras de su amada esposa; y quiso su Jesús consolarlo mucho más porque inspire, a la Divina Madre entregárselo a su José de modo que gozara de su Presencia. Él Santo lo recibió con gran alegría de su corazón, lo abrazo y le dijo: "¡0h mi Dios Humanado!, eh aquí que ahora sois todo nuestro! Nosotros os hemos rescatado por el bien de todo el género humano, pero por ahora, solamente nosotros somos dignos de conoceros y de gozaros y de teneros con nosotros". ( Continuará)

*Apóstoles de Su Amor*