2022-07-26 16:13:26
El mito de Napoleón es la ilusión de poder representar una idea innovadora cuando no es factible.
Es el mito de romper el realismo con la ilusión: mientras sea una ilusión agradable, basta para hacerla creíble.
En mi región de nacimiento todavía se recuerda a Napoleón como el liberador temporal y efímero del fanatismo del estado papal.
Por esos pocos años, el viento de la liberación napoleónica permitió la reapertura de los burdeles: un sueño prohibido de todas las mentes masculinas de la época, sometidas antes y después a las duras leyes papales.
Era un viento de aparente libertad. En realidad una libertad bajo dictadura... una libertad muy cuestionable.
La derrota de Waterloo, un poco escrita en el destino, si se examina detenidamente, representa el desenlace natural obligado de un intento, por cierto torpe, de un nuevo curso de la historia, que no podría tener la madurez para durar.
Derrotar la realidad con la ilusión es un fenómeno que encontramos a menudo en el mundo del trading.
*Estaría a punto de decir que el trading es a menudo un mundo napoleónico, donde se atrae el consenso, no apuntando a la madurez, sino a la aparente ilusión de libertad.*
Por todas partes encontramos invitaciones a la llamada libertad financiera:
*más que contar el compromiso que requiere Cultura y Saber, el proceso lento e inexorable que requiere el enriquecimiento de nosotros mismos, pretendemos decir que siguiendo al Napoleón de turno y afirmándose en su lectura, con facilidad, accederemos a la libertad financiera.*
El hábil verdadero Bonaparte apuntaba a los prostíbulos, un mito para la gente de mi tierra en ese tiempo, lo más prohibido y secretamente deseado por fin se hizo libre y accesible.
El Napoleón contemporáneo del trading te dice algo similar, el dinero fácil con el que puedes hacer lo que quieras, la satisfacción de la cuenta creciendo contra la frustración de la pérdida.
Un día, el Napoleón de turno es derrotado y hay exilio en Elba.
Las batallas y las guerras ganan ideas, y las ideas que parecían innovadoras y exitosas resultan ser inmaduras y perdedoras.
Nunca fue la verdadera gloria.
La legítima duda de Manzoni sobre el verdadero Napoleón apenas se extiende a los diversos Napoleón contemporáneos.
Después de Napoleón, en la historia, nacieron los estados nacionales, que luego conducirían paulatinamente a las democracias. Que con su lentitud, su equilibrio de pesos, su aparente improductividad, quedan como el menos infeliz de todos los mundos posibles.
Aquí, en estos 40 años de cotización, que celebré el 29 de abril, he aprendido una cosa: si quieres crecer, es el grupo el que te hace crecer. Enfrentamiento, relación, discusión, estudio, amor por el Conocimiento, la Cultura y la Conciencia.
No sigas a Napoleón, sigue a la Cultura, al Saber ya aquellos que ponen a la Cultura y al Saber en primer lugar para hacerte más Consciente desde el punto de vista de tu verdadera libertad financiera
(Instituto de Bolsa Español)
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