Las ciudades de los 15' donde además del desierto comercial de barrio sustituido por aplicaciones y con grandes centros de salud privados.
La privatización de todo avanza a paso acelerado: pronto no tendremos nada y seremos felices, según los amos universales.
Se llevarán nuestro coche, casa, efectivo y establecerán el imperio global neofeudal de la tecnología.
Ya no hay bienes comunes, ni siquiera la vida y la salud humana.
A la propiedad privada de los "medios de producción" -marxista- se suman la posesión de carreteras, vías férreas, puertos, oleoductos -hasta la privatización del agua.
Dueños de la tecnología, monopolistas y sus aplicaciones a través de las multinacionales de medicamentos y semillas, las claves para la salud y la nutrición.
Desde el punto de vista financiero, dueños de la emisión monetaria, la estafa universal de la deuda pública, que es el crédito privado de reyes sin corona, ha apretado la soga al cuello de los Estados, de los pueblos, incluso de los que aún no han nacido.
