Una rosa ...
Para tí que estás ahí,
entre pétalos y espinas
se nos va la vida.
Déjame acariciar el alma
usaré su olor y tersura,
curaré las cicatrices
sin borrar ninguna
o no serías quien sos.
¡ Anda !..
Sonríe y siente,
cierra los ojos y huele.
Sí, huele las olas del mar
aquel que abraza sin parar
y aquellos pétalos
que parecen de cristal
sólo te dicen cómo debes amar.
Aprende
que para llegar al corazón
no existe la razón humana,
se acaricia con el cuerpo
y se ama con el alma...