2022-07-07 11:13:05
CONTRA LOS NEGACIONISTAS DE LA RAZA
(Arthur Jensen hablando sobre el clásico editorial "La Curva de Campana", de Richard J. Herrnstein y Charles Murray.)
«Hoy en día, la base fáctica de "La Curva de Campana" apenas es debatida por los expertos, los cuales la consideran representativa de un conocimiento científico ampliamente extendido.»
»Los hechos más consolidados son: las diferencias individuales en cuanto a capacidad cognitiva general se miden de forma fidedigna mediante pruebas de Cociente Intelectual. [...] Las diferencias individuales en el CI de los adultos son en gran medida genéticas, con una heredabilidad de alrededor del 70%. Hasta ahora, los intentos de aumentar el CI por medios educativos o psicológicos no han conseguido mostrar efectos duraderos apreciables en la capacidad cognitiva y el rendimiento escolar. La distribución del CI en dos grupos de población socialmente reconocidos como Negros [mulatos cuarterones] y Blancos está representada por dos curvas de campana que se superponen en gran medida y cuyas medias están separadas por unos 15 puntos, una diferencia que no se debe al sesgo de las pruebas. El CI tiene el mismo significado y la misma validez predictiva práctica para ambos grupos. Los tests no crean diferencias; simplemente las reflejan.»
[...]
»En primer lugar, lo que se denomina "patología social" (delincuencia, crimen, abuso de drogas, ilegitimidad filial, negligencia infantil, dependencia permanente de la asistencia social) se concentra de forma desproporcionada (tanto para los Blancos como para los Negros) en el segmento de la población con un CI inferior a 75; y en segundo lugar, al menos 1/4 parte de la población Negra (en comparación con una 1/20 parte de la población Blanca) se encuentra por debajo de ese punto crítico del CI en la curva de campana. Dado que el menor porcentaje de personas Blancas con un cociente intelectual inferior a 75 está bastante bien repartido entre la población, muchos son guiados, ayudados y protegidos por sus familias, amigos y vecinos más capaces, cuyos cocientes intelectuales se aproximan a los 100 puntos de promedio. Son relativamente pocos los que se concentran en los barrios pobres y en los proyectos de viviendas que albergan la "masa crítica" de gente con cociente intelectual muy bajos y que genera una importante cuota de patología social. El efecto de "masa crítica" existe sobre todo en el centro de la ciudad, que ha sido abandonado en gran medida por los Blancos.»
»Pero, ¿puede ser bueno para alguien barrer el problema bajo la alfombra? ¿No debería exponerse a un debate público serio y justo? Nuestro único temor, creo, debería ser que ese debate no se produzca. La consideración del contenido real del libro está siendo desplazada por la retórica de la negación: insultos ("neonazi", "pseudocientífico", "racismo"), desviaciones ("¿pero el CI mide realmente la inteligencia? "), frases sin sentido ("no se han identificado genes específicos para el CI, por lo que no podemos afirmar nada sobre su heredabilidad"), pistas falsas ("Hitler apoyó la genética"), falsedades ("todos los tests están sesgados"), hipérboles ("echar gasolina al fuego") e insultos ("espeluznante", "indecente", "feo").»
»El remedio para esta ofuscación es simplemente leer el propio libro.»
Extraído de National Review, 5 de diciembre de 1994, 48-50.
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