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LUCAS 3 (v 18-20) Y muchas otras cosas en su exhortación pred | Jesús, el Verbo de Dios

LUCAS 3

(v 18-20) Y muchas otras cosas en su exhortación predicó al pueblo.
Entonces Herodes el tetrarca, siendo reprendido por Juan a causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano, y de todas las maldades que Herodes había hecho,sobre todas ellas, añadió además esta: encerró a Juan en la cárcel."

Un predicador admirable, cómo lo fué Jeremías, lleno de preñadas instrucciones y amonestaciones, pronunció muchos dulces oráculos, que Lucas aquí pasa por alto, para que se apresure a hablar de Cristo, su principal designio.
¡Todo el hombre fue un sermón! (Trapp)

Tenía muchas razones para estar orgulloso, pero era humilde.
Tuvo un nacimiento milagroso, un destino profetizado, un llamado a cumplir grandes promesas proféticas, un predicador poderoso y muchos seguidores.
¿Cuál fue la razón de que Juan siempre retenga su posición apropiada? ¿No fue porque tenía una gran idea de su Maestro y una profunda reverencia por El?
Juan era estricto y humilde. Esa es una combinación muy rara (Guzic)

¡Ah, hermanos! debido a nuestra poca estimación de Cristo, a menudo es inseguro que el Señor confíe en nosotros en cualquier posición que no sea la más baja (Spurgeon)

A través de nuestras palabras y acciones, testificamos de Jesucristo como Salvador y Señor. Somos sus mensajeros, pero El es el mensaje.
Testificamos mejor de
Cristo cuando decimos lo mínimo sobre nosotros mismos.
Juan ilustra cómo el proclamador de la Palabra debe realizar su tarea. El predicador debe dar buenas noticias así como también noticias que exponen el pecado.
Algunos predicadores en el pasado tendían a enfatizar tanto el pecado que uno se preguntaba dónde se podría encontrar la gracia.
Hoy nuestro problema es todo lo contrario: poder confrontar a las personas con su responsabilidad y culpabilidad ante Dios (Constable)

Juan predicó un mensaje de severidad para que Jesús pudiera venir y presentar un mensaje de serenidad.
Juan pidió santidad para que Jesús pudiera dar un mensaje de esperanza.
Juan hizo brillar una luz convincente para que Jesús pudiera compartir un amor reconfortante.
En otras palabras, Juan personificó el propósito de la ley al mostrarle a la gente que eran pecadores que necesitaban un Salvador
(Jon Courson)

Cuando presionamos a las personas con el deber, debemos dirigirlas a Cristo, tanto para la justicia como para la fuerza. 
Juan rehuyó no declarar todo el consejo de Dios. 
Pero se puso un punto final a la predicación de Juan cuando estaba en medio de su utilidad. 
Herodes, reprendido por él por muchos males, encerró a Juan. Aquellos que hieren a los fieles siervos de Dios, añaden una culpa aún mayor a sus otros pecados (M Henry)

Pero nos maravillamos de Juan, porque entre los que nacen de mujer no había otro mayor que él, pues por sus buenas obras había sido exaltado a tan alta fama por la virtud, que muchos supusieron que era el Cristo. Pero lo que es más maravilloso, no temía a Herodes, ni temía a la muerte, pues Herodes fué reprendido por él (Origen)

Se le llama el tetrarca, para distinguirlo del otro Herodes, en cuyo reinado nació Cristo, y que era rey.
Ahora bien, su esposa era hija de Aretas, rey de Arabia, pero él se había casado sacrílegamente con la esposa de su hermano Felipe, aunque ella tuvo descendencia de su hermano, Lev 18:16, 20:21
Para aquellos que sólo pudieron hacer ésto cuyos hermanos murieron sin descendencia.
Por ésto, el Bautista había censurado a Herodes.
En primer lugar, lo escuchó con atención, porque sabía que sus palabras tenían peso y estaban llenas de consuelo, pero el deseo de Herodia lo obligó a despreciar las palabras de Juan (Eusebio)

Pero Juan no fue encarcelado en esos días. Según el Evangelio de Juan, no fué hasta después de que nuestro Señor realizó algunos milagros, y después de que su bautismo hubiera sido anunciado en el exterior, pero según Lucas había sido capturado de antemano por la redoblada malicia de Herodes, quien, al verlo los hombres acuden a la predicación de Juan, y los soldados creyendo, los publicanos arrepentidos y multitudes enteras que reciben el bautismo (Teófilo)