reunido de extranjeros, leprosos en verdad al principio antes | Jesús, el Verbo de Dios

reunido de extranjeros, leprosos en verdad al principio antes de ser bautizado en la corriente espiriritual, pero que después del sacramento del bautismo, lavó de las manchas del cuerpo y del alma, comienza a ser virgen sin mancha ni arruga (Ambrosio)

Estos nazarenos escucharon.
Sus corazones y conciencias atestiguaban el poder magnético de Su personalidad y la verdad de Su palabra. Lo mismo ocurre con el corazón y la conciencia de la mayoría de nosotros. Se maravillaron de las 'palabras de gracia', cuya manera era misericordiosa, que procedían de Su boca.
La mayoría de nosotros también. Pero dejaron que el incipiente movimiento de sus corazones se detuviera con la pregunta fría y quejumbrosa: "¿No es éste el hijo de José?"
y todo el entusiasmo se transformó en indiferencia; Siguió la 'indignación', y algunos de los que casi habían sido atraídos hacia Él, en una hora, pusieron sus manos en Su manto, para arrojarlo desde la cima de la colina sobre la que estaba construida su aldea. Todo hombre que llega al punto de sentir algunas emociones hacia Cristo como su Redentor, como su Rey, se encuentra en una bifurcación del camino. Puede tomar a la derecha, que lo llevará a la plena comunión y aceptación; o puede ir a la izquierda, lo que lo llevará al desierto.

La hora crítica en el laboratorio del alquimista fue cuando el plomo de su crisol comenzó a derretirse. Si le llegaba una corriente fría, recuperaba su solidez muerta y no se podía fabricar oro.

¡Hermano! no permitas que las corrientes frías del mundo lleguen a tu corazón y lo congelen de nuevo, si sientes que en alguna medida comienza a derretirse en penitencia y a fluir con fe.
La misma voz que en la sinagoga de Nazaret dijo: 'Me ha ungido para predicar el Evangelio a los pobres' nos habla hoy desde el cielo, diciendo: 'Yo te aconsejo que compres de mí oro refinado en fuego, que puedes ser rico... y unge tus ojos con colirio para que veas (McLaren)