(v 34-36) ”Os digo que en aquella noche habrá dos hombres en u | Jesús, el Verbo de Dios

(v 34-36) ”Os digo que en aquella noche habrá dos hombres en una cama; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo juntas; la una será tomada, y la otra dejada.
Dos hombres estarán en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado".

El hecho de que sea de noche en v 34 pero de día en v 35–36, indica que el mundo entero estará involucrado en el regreso de Jesús en gloria.
Cuando el Señor venga, será de noche cuando los hombres estén en la cama. Pero también será temprano en la mañana cuando las mujeres estén moliendo, y al mediodía cuando los hombres estén trabajando en el campo. Esto es posible ya que la tierra es redonda y gira diariamente sobre su eje (León Morris)

Nuestro Señor acababa de decir, que el que está en el campo no debe volver atrás; y para que esto no parezca que se ha dicho de aquellos que regresarían del campo, es decir, que negarían públicamente a su Señor, continúa mostrando que hay algunos que, mientras parecen tener el rostro hacia adelante, todavía están en su corazón mirando hacia atrás.(Beda)

Esto se conecta con las ilustraciones anteriores de Noé y Lot. “Noé y Lot fueron tomados y, por lo tanto, salvados del juicio mientras el resto fue dejado para la destrucción (Pate)

Con razón dice noche, porque el Anticristo es la hora de las tinieblas, porque derrama una nube oscura sobre la mente de los hombres mientras se declara Cristo.
Pero Cristo, como un relámpago, resplandece intensamente, para que podamos ver en esa noche la gloria de la resurrección.
O dice, en aquella noche, es decir, en aquella tribulación.(Ambrosio)

O nos enseña lo repentino de la venida de Cristo, que se nos dice que será en la noche. Y habiendo dicho que los ricos difícilmente pueden salvarse, muestra que no todos los ricos perecen, ni todos los pobres se salvan.(Teófilo)

Porque por los dos hombres en una cama, Él parece denotar a los ricos que descansan en los placeres mundanos.
Pero no todos los que abundan en riquezas son malos, sino que si uno es bueno y escogido en la fe, será tomado, pero otro que no lo sea será dejado. Porque cuando nuestro Señor descienda para juzgar, enviará a Sus Ángeles, quienes mientras dejan en la tierra a los demás para sufrir castigo, traerán a Él a los hombres santos y justos; según las palabras del Apóstol, ”Seremos arrebatados juntamente en las nubes para encontrarnos con Cristo en el aire".(Cirilo)

Y en este molino de maíz o la sinagoga o el alma expuesta al pecado, como el trigo, ablandado por la molienda y echado a perder por demasiada humedad, no puede separar las partes exteriores de las interiores, y así queda porque su harina no satisface.
Pero la santa Iglesia, o el alma que no está manchada por el pecado, que muele el trigo que ha madurado al calor del sol eterno, presenta a Dios una buena harina de los santuarios secretos del corazón.
Quiénes son los dos hombres en el campo podemos descubrirlos si consideramos que hay dos mentes en nosotros, una del hombre exterior que se desgasta, la otra del hombre interior que se renueva por el Evangelio.
Estos son, pues, los trabajadores del campo, uno de los cuales por la diligencia da buen fruto, el otro por la ociosidad pierde lo que tiene.
O aquellos que son comparados podemos interpretarlos como dos naciones, una de las cuales es tomada siendo fiel, la otra siendo infiel es dejada.

O hay tres clases de hombres representados aquí.
El 1ero está compuesto por aquellos que prefieren su tranquilidad, y no se ocupan en asuntos seculares o eclesiásticos. Y esta vida tranquila de ellos está representada por la cama.
La siguiente clase abarca a aquellos que estando colocados entre la gente son gobernados por maestros.
Y a tales las ha llamado con el nombre de mujeres, porque es mejor para ellas regirse por el consejo de los que están sobre ellas; y las ha descrito como moliendo en el molino, porque en sus manos gira la rueda y el círculo de las preocupaciones temporales. Y con referencia a estas cosas los ha representado como moliendo juntos, en tanto que dan sus servicios en beneficio de la Iglesia.