Las niñas de sexto grado se reunieron a orar unas por otras en | Jesús, el Verbo de Dios

Las niñas de sexto grado se reunieron a orar unas por otras en el grupo.
“Padre celestial”, oró Anna, “por favor, ayuda a Tonya a no volverse tan loca por los chicos”. Tonya agregó con una risita: “Y ayuda a Anna a dejar de actuar mal en la escuela y de molestar a otros niños”. Entonces Talia oró: “Señor, ayuda a Tonya a escuchar a su madre en lugar de responderle siempre”.

Aunque las solicitudes eran reales, las chicas disfrutaban molestando a sus amigas al señalar sus defectos frente a los demás en lugar de preocuparse por su necesidad de la ayuda de Dios.
El líder de su grupo les recordó la seriedad de hablar con Dios y la importancia de evaluar sus propios corazones.

Si usamos la oración para señalar las faltas de los demás mientras ignoramos las nuestras, somos como el fariseo. Él oró: “Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres”. En cambio, debemos ser como el hombre que le pidió a Dios que fuera misericordioso con él, “un pecador”

Tengamos cuidado de no dejar que nuestras oraciones se conviertan en una lista de los defectos de los demás.
El tipo de oración que Dios desea surge de una humilde evaluación de nuestros propios corazones pecaminosos.(Anne Cetas)

(v 15) "Y le traían también niños, para que los tocara; pero viendo esto sus discípulos, los reprendían".

Después de lo dicho, el Señor nos da una lección de humildad con su propio ejemplo; Él no rechaza a los niños, sino que los recibe con gracia.
¿A quién son llevados para ser tocados, sino al Salvador? Y como siendo el Salvador se presentan a Él para ser salvados, quien vino a salvar lo que se había perdido.
Pero en cuanto a estos inocentes, ¿cuándo se perdieron? El Apóstol dice: Por un hombre entró el pecado en el mundo, Ro 5:12
Que, pues, los niños pequeños se acerquen como los enfermos al médico, los perdidos a Su Redentor (Ago)

Los discipulos manifestaron un celo santo en el servicio de su Señor, para que no fuera presionado por las multitudes. Pero podemos entender que el misterio es que deseaban que primero se salvara el pueblo judío, de quien eran según la carne.
Sabían en verdad el misterio, que a ambas naciones se debía hacer el llamado (porque rogaron por la mujer cananea), pero tal vez todavía ignoraban la orden.(Ambrosio)

(v 16) "Pero Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis, porque de los tales es el reino de Dios".

No se prefiere una edad a otra, de lo contrario sería doloroso crecer. Pero, ¿por qué dice que los niños son más aptos para el reino de los cielos?
Es porque ignoran el engaño, no se atreven a devolver un golpe, son inconscientes de la lujuria, no tienen deseo de riqueza, honores o ambición.
Pero ignorar estas cosas no es virtud, también debemos despreciarlas. Porque la virtud no consiste en nuestra incapacidad para pecar, sino en nuestra falta de voluntad. No se trata, pues, aquí de infancia, sino de esa bondad que rivaliza con la sencillez de la infancia.(Ago)

Por lo tanto, si nuestro Señor dice claramente, de los tales, no "de estos", para mostrar que al carácter, no a la edad, se le da el reino, y a los que tienen una inocencia y sencillez de niños es la promesa de la recompensa.(Beda)

(v 17) "De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él".

¿A qué niño debían imitar los Apóstoles de Cristo sino a Aquel de quien habla Isaías: "Un Niño nos es dado"? Quien cuando fue injuriado, no volvió a injuriar. De modo que hay en la niñez cierta antigüedad venerable, y en la vejez una inocencia infantil.(Ambrosio)

Recibiremos el reino de Dios como un niño si estamos dispuestos a la enseñanza del Señor como un niño bajo instrucción, sin contradecir ni disputar nunca con sus maestros, sino absorbiendo el conocimiento con confianza y enseñanza.(Basil)

Por tanto, los sabios de los gentiles que buscan sabiduría en un misterio, que es el reino de Dios, y no la reciben sin la evidencia de una prueba lógica, con razón están excluidos de este reino.(Teofilo)