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¿Cómo traer sabiduría a nuestro corazón? Somos en buena medid | Ministerio Ayuda Idónea 🌹👰👩🏻

¿Cómo traer sabiduría a nuestro corazón?

Somos en buena medida lo que son nuestras creencias y paradigmas. Nuestra forma de pensar determina nuestra forma de ser y, en consecuencia, nuestra forma de expresarnos. El sabio Salomón lo expresa claramente: “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. Come y bebe, te dirá; Mas su corazón no está contigo.” Proverbios 23:7 (RV60).

De modo que, si queremos hablar con prudencia, gentileza, integridad y sabiduría, necesitamos primero —en lo interno: en nuestros pensamientos y emociones— ser prudentes, gentiles, íntegras y sabias. Porque como dijo Jesús en Lucas 6:45 (RV60): “ (...) de la abundancia del corazón habla la boca”.

Nos comportamos y hablamos en congruencia con la forma en que pensamos. Cambiar nuestra forma de hablar supone, entonces, cambiar nuestro corazón. Una estrategia fundamental implica revisar nuestras creencias y paradigmas, que son los que dan lugar a nuestras actitudes y conductas.

Consejo del día
Ahora, nuestro corazón se convierte en aquello con lo que lo alimentamos. Si queremos cambiar nuestro corazón debemos revisar la dieta con la que alimentamos nuestra mente: lo que leemos, lo que vemos en televisión, con quien pasamos tiempo compartiendo, aquello que captura nuestra atención, el tipo de conversaciones que acostumbramos a sostener. Eso requiere cierta claridad, conciencia personal y disciplina para alimentar nuestra mente con la información adecuada, que está representada por el alimento espiritual que es la palabra de Dios, la cual es dada para corregir nuestra forma de pensar.

¿Con qué información alimentas tu mente?

Con lo que alimentas tu mente, es de lo que hablas. De lo que hay en nuestro corazón, es lo que compartimos con otras. Lo que hay en nuestro corazón se pone de manifiesto en el tono, actitud y contenido de lo que expresamos.

Versículo a meditar:
Reina-Valera 1960
1ª Corintios 15:33

No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.

Dios te bendiga