2021-12-25 02:24:36
LA CASA DE NAVIDAD
Allá a lo lejos fue conducida una madre
De una posada para vagar;
A un lugar donde, mientras ella no tiene techo,
Todos los hombres están en su hogar.
El loco establo queda muy cercano,
Con madera que tiembla y arena que se mueve,
Creció para soportar y permanecer de pie algo más fuerte
Que las cuadradas piedras de Roma.
Nostálgicos los hombres en sus casas,
Y forasteros bajo el sol,
Reposan sus cabezas en una tierra extraña
Cuando el día ha terminado.
Aquí se dan la batalla y los ojos ardientes,
Y la fortuna y el honor y la gran sorpresa,
Pero nuestras casas viven bajo cielos milagrosos
Donde comenzó el cuento del solsticio invernal.
Un Niño en un despreciable establo,
Donde las bestias se alimentan y respiran;
Sólo en aquel lugar donde Él tampoco tiene techo
Mientras usted y yo estamos en nuestro hogar;
Tenemos manos que trabajan y cabezas que saben,
Pero perdimos nuestros corazones- ¡oh, hace cuánto tiempo!
En un lugar que ningún mapa ni barco pueden mostrar
Bajo el enorme edificio del cielo.
Este mundo es salvaje como cuento de viejas comadres,
Y es extraño que las cosas sean tan sencillas,
Porque la tierra es mucha y el aire, suficiente,
Para nuestro asombro y nuestra guerra;
Nuestro descanso es tan lejano como el dragón inquieto,
Y ponemos nuestra paz en cosas imposibles
Donde sonaron atronadoras alas inconcebibles
Alrededor de una increíble estrella.
A una casa abierta por la tarde
El hogar al que los hombres han de llegar,
A un lugar más viejo que el Edén
Y una ciudad más alta que Roma.
Al final del camino de la estrella errante,
A las cosas que no pueden ser y, sin embargo, son,
Al lugar donde Dios estaba sin techo
Y en el que todos los hombres encuentran su hogar.
G. K. Chesterton
189 viewsMateo, 23:24