2022-06-02 03:02:21
𝐌𝐢𝐥𝐞𝐧𝐤𝐚 𝐬𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐤𝐚𝐫𝐦𝐚 𝐝𝐞 𝐂𝐡𝐫𝐢𝐬𝐭𝐨𝐩𝐡𝐞𝐫 𝐲 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐧𝐭𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐚𝐡𝐨𝐠𝐚𝐫 𝐚 𝐌𝐢𝐥𝐞 𝐲 𝐑𝐚𝐜𝐡
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𝘼 𝙍𝙖𝙘𝙝𝙚𝙡
—Perdón —me acerco— Esta científicamente comprobado que el hielo se derrite con agua y yo pues... Tenía que intentarlo contigo.
—¿Cuántos años tienes?
—Ocho —me le burlo rodeándole el cuello con los brazos.
Trata de apartarme, pero lo estrecho con fuerza apoderándome de su boca mientras me deleito con el tacto de su lengua deslizándose contra la mía. No hay oración, párrafo o fragmento que detalle lo que siento por este hombre.
Me condena a tantas cosas, pero me hace tan feliz en otras sacando a relucir el viejo dicho de; Que a veces el pecado es la entrada al paraíso. Suelta mi boca girando nuestros cuerpos antes de estrellarme contra la orilla y lo abrazo con las piernas dejando que reparta besos por mi cuello.
—¿Sabes qué otra cosa oí? —inquiero en medio de caricias urgidas — Que en la edad media intentaban ahogar a la gente cuando estaban poseídas.
—Eso es absurdo.
—No para mí que quiero curarte —me le burlo haciendo fuerza sobre sus hombros para hundirlo.
Logro dejarlo sin aire dos veces mientras intenta invertir los papeles apartándome de la orilla.
—El sacerdote soy yo, no tú —me hunde— Así que ora conmigo ninfómana.
—Oye... —medio logro salir.
—No emerges hasta que no te cures —sigue ejerciendo fuerza poniéndome en apuros.
—¡Vas a matarme, idiota!
Logro soltarme y empiezo a despotricar furiosa. No es divertido cuando quieren enviarte al más allá.
—Nunca aguantas nada —se me burla y el enojo no me dura nada ya que me derrito con el cabello pegado a la frente y los ojos sonrientes.
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𝘼 𝙈𝙞𝙡𝙚𝙣𝙠𝙖
Christopher tenía un karma y era que Milenka todo lo preguntaba, nunca se callaba y siempre se retorcía sin querer hacer caso cada que la tomaban. La demora fue dejarla en el suelo de la fortaleza para que empezara a correr otra vez en busca de la cocina.
–¡Largate a tu cuarto Milenka!
La pelinegra tomó la mano de la rubia que Tyler acababa de entrar y ambas salieron corriendo seguidas por el coronel.
–¡Milenka! --le volvió a gritar y ambas cruzaron el umbral de la cocina. La hija del coronel medio miró atrás para ver qué tan cerca estaba su papá y ambas se fueron de bruces al charco que estaba a pocos pasos de la entrada.
El llanto de las dos niñas no se hizo esperar en medio del agua fría y el lodo. Milenka alzó la cara en busca de su papá, pero este apareció por detrás volteandola con el pie mientras Amelie se sacaba la cara del barro y la chaqueta de Milenka absorbía el agua sucia.
–¿Te dolió? --Christopher volvió a ponerla boca abajo mientras Cayetana levantaba a Amelie– Mójate más, lora habladora.
–Oiga ¿Qué le pasa? ¿No ve que se puede resfriar? –la española regañó al papá de Milenka y este la volvió a voltear untandola de nieve.
–Que llorona –se le burló Christopher mientras se revolcaba y su nana la levantó llevándola a la casa.
Milenka tenía la cara negra por el barro y se volteó a ver a su papá que sacó un cigarrillo, entrecerró los ojos y le sacó la lengua logrando que él hiciera lo mismo molestándola más.
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#EvaMuñoz #pecadosplacentaros
291 viewsPastel de , 00:02