2022-08-02 16:03:17
Este versículo se encuentra entre las instrucciones finales de Pablo a los hermanos de la iglesia en Tesalónica. En éste, él les estaba recordando algunas cosas prácticas que debían tener en mente y que debían cumplir como iglesia del Señor. Entre estas cosas Pablo resalta la necesidad de orar sin cesar. Es decir, esa necesidad de mantenernos conscientes de la presencia de Dios en todo momento y llevar todas las situaciones que se nos presentan ante Él. Esto no significa que lo único que haremos en nuestra vida será orar y dejaremos de lado el resto de las responsabilidades diarias. ¡¡No!! Orar sin cesar significa vivir nuestro día a día agarrados de la mano del Señor, hablando con Él y permitiéndole guiarnos a cada paso. Orar sin cesar es desarrollar la capacidad de elevar nuestra alma ante Dios en medio de las tareas diarias. Oramos sin cesar cuando acudimos a Dios para darle las gracias por algo bueno que nos acaba de suceder o cuando vamos ante Él a comentarle algo que nos preocupa en un momento particular. Orad sin cesar es orar sabiendo que nuestro Padre responderá cada petición en su soberanía y divina voluntad, es orar sin rendirnos, aguardando con paciencia la respuesta de Dios aún cuando ésta pueda tardar en llegar.
En la Biblia existen múltiples ejemplos de hombres de Dios que sabían muy bien que el secreto de la victoria estaba en orar sin cesar. Hombres que aprendieron a esperar en el tiempo de Dios su respuesta perseverando en la oración. Entre ellos tenemos a Elías que oró siete veces antes de recibir su respuesta...(1 Reyes 18:42-44)
Similar ejemplo vemos en Daniel que aguardó su esperanza por 21 días antes de recibir la respuesta de Dios... (Daniel 10:12-13) Por su parte Jacob permaneció en lucha toda una noche antes de recibir su respuesta...(Génesis 32:24-26) De igual forma lo hizo Cornelio que permaneció orando sin cesar para recibir la respuesta de Dios...(Hechos 10:2)
Estimado lector; aprender a perseverar en la oración; llevar una vida de comunicación constante con Dios, teniendo la certeza de que Él nos escucha en todo momento y por tanto aguardamos con paciencia en su tiempo para recibir la respuesta; es la clave para el éxito de la vida en Cristo. La clave de todo éxito está en vivir de continúo en comunión con Dios, haciendo su voluntad y permaneciendo en santidad delante de Él. Pues de esta manera nosotros viviremos comprometidos con Dios y del mismo modo Él se comprometerá con nosotros y responderá a cada una de nuestras súplicas según sea su voluntad; como está escrito... Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado. Mas ciertamente me escuchó Dios; Atendió a la voz de mi súplica. (Salmos 66:18-19)
Un GOZO enorme compartir con ustedes mis amados hermanos, que la Paz y el Amor de Cristo inunde sus vidas en todo momento...les Amo en el Amor de Cristo... Tengan hoy un excelente día y que Dios les Bendiga hasta que sobreabunde.
Inspirado por el Espíritu Santo y Escrito por: María Esther Armentero.
14 viewsMaría Esther Armentero( Hija del Dios Viviente), 13:03