Get Mystery Box with random crypto!

“«Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el | CASA DE ORACION LONDRES

“«Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos.”
Mateo 5:3 NBLA

Una persona pobre en espíritu es aquella que reconoce su necesidad de Dios y lo busca constantemente. Es aquel que reconoce que sin la ayuda y dirección de Dios nada podrá hacer.

Un claro ejemplo lo encontramos en la vida de Moisés, quien no se animó a continuar hacia la tierra prometida si Dios no iba con él.

“«Mi presencia irá contigo, y Yo te daré descanso», le contestó el Señor. Entonces Moisés le dijo: «Si Tu presencia no va con nosotros, no nos hagas salir de aquí.”
Éxodo 33:14-15 NBLA

Moisés reconoció que separado de Dios nada podía hacer, por esa razón lo buscaba constantemente por el bien de su propia vida y por el beneficio del pueblo.

Sabía que sin la presencia de Dios era imposible avanzar y vencer a sus enemigos.

¿Eres pobre en espíritu? Para responder esta pregunta es mejor examinar nuestro estado espiritual, ¿cómo estás con Dios? ¿Lo buscas constantemente? ¿Lo tomas en cuenta en todo lo que haces? ¿Eres una persona que no sale de casa sin antes buscar la presencia de Dios?

Cuando una persona es pobre en espíritu tiene hambre y sed de Dios. Es consciente de que no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Por esa razón, siente la necesidad de buscar a Dios todos los días de su vida.

Depender
de Dios en todo momento tiene su recompensa: “el reino de los cielos.” Quizás no tienes las cosas materiales que anhelas, pero si eres una persona que busca constantemente a Dios y reconoce su miseria espiritual, lo tienes todo.

El apóstol Juan describe como será nuestro nuevo hogar y las cosas que podremos disfrutar en él. Será un cielo nuevo y una tierra nueva, donde no habrá más dolor ni sufrimiento.

“Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir». El que estaba sentado en el trono dijo: «¡Yo hago nuevas todas las cosas!» Y añadió: «Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza».”
Apocalipsis 21:3-5 NVI

Siéntete feliz si eres una persona pobre espiritualmente, porque de ti es el reino de los cielos.

En amor,
Raul & Rocio Borboa
CDO LONDRES