Hoy este seguidor ha aullado fuerte y claro al leer mi publicación sobre el siniestro contacto entre médicos y empresas farmacéuticas. Ahí lo tienen ustedes.
Cuando les cuento cosas, las sé de primera mano, porque uno lleva toda una vida viajando, conociendo gente interesante, y tomando whiskyses suficientes para que se sinceren conmigo.
En la barra, todo se narra.
Un aullido