2023-05-13 16:59:57
Se alista inmediatamente en el cuartel de Santa Clara, integrándose en el acto y participando hasta el momento de su muerte en continuadas acciones de combate en la primera línea de fuego. A las pocas horas de su alistamiento se entrevista con el General Aranda para organizar la marcha sobre Gijón, su Gijón, donde estaban presos muchos de sus camaradas, aunque no pudo evitar que muchos de ellos fueran asesinados antes de la liberación de la ciudad.
Participa, ya al frente de sus camaradas, en la operación del Cayés, en la de Colloto y finalmente en la de Olivares, donde al final resultaría muerto. El 31 de Julio va al mando de una avanzadilla sobre Trubia en la que resulta herido su camarada Alejandro Pidal y Cangas, despreciando el intenso fuego enemigo, acude a rescatar a su camarada, resultando gravemente herido en un pómulo. Es trasladado al hospital, donde es intervenido rápida y dolorosamente sin que por ello dejara de interesarse permanentemente por la situación de sus camaradas presos en Gijón.
Muere el 3 de Agosto, siendo enterrado provisionalmente y con todos los honores en Oviedo. Se da la circunstancia de que el enemigo rompió el fuego cuando se efectuaba su entierro. Su muerte fue ampliamente comentada por la prensa roja y también lo fue, posteriormente, el hallazgo de su tumba en el cementerio de San Salvador. En Agosto del 38, su cuerpo fue trasladado de su sepultura provisional en Oviedo a Gijón.
Ya en Gijón sus restos fueron depositados en el cuartel "Enrique Cangas", donde fueron velados para ser trasladados posteriormente al cuartel de Simancas donde le fue impuesta a su féretro por el General Gil Yuste la Medalla Militar Individual y de allí, el féretro fue llevado hasta el cementerio a hombros de sus camaradas de la Vieja Guardia.
En el expediente de méritos para la concesión de la MMI, se hace constar su participación en el grupo de falangistas que el 22 de Julio del 36 partió a Cayés (Llanera) para destruir una avioneta roja, en el que demostró gran valor y extraordinario espíritu. También fue distinguida su participación en Olivares el 31 de Agosto, arengando y marchando al frente de sus falangistas, bajo un nutrido fuego enemigo, alcanzando sus objetivos y resultando gravemente herido, falleciendo el 3 de Agosto. Enrique Cangas también fue distinguido, como defensor de Oviedo, con la Laureada colectiva. Ojalá que esta reseña haya servido para rescatar del olvido a Enrique Cangas, héroe de la Falange asturiana, caído luchando al frente de sus camaradas por una España mejor y más justa.
ENRIQUE CANGAS
¡¡¡PRESENTE!!!
(Foto de Enrique Cangas, del Archivo de los Guardianes de la Memoria Azul)
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