Con estas palabras el Señor Jesús les aclara a los judíos cont | ✞︎ 𝑨 𝒍𝒂 𝒍𝒖𝒛 𝒅𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒕𝒖𝒓𝒂𝒔🕯📖✞︎

Con estas palabras el Señor Jesús les aclara a los judíos contemporáneos y a nosotros que el mal no se había encarnado en un diablo cósmico, sino que salía y sale de dentro del corazón o mente del hombre.
22. La ciencia del mal es un conocimiento que depende del hombre, nace del corazón del hombre, es una opción del hombre, es el riesgo de su libertad y el contenido de su determinación. El bien y el mal son la prueba de la libertad, decisiva e irrepetible para cada hombre. Fue el abuso de la libertad del hombre la que introdujo el mal en el mundo, pero ese mal sólo le trajo consecuencias funestas como los frutos amargos del dolor, del sufrimiento y de la muerte en todos sus significados y dimensiones y que Adán y Eva lo vieron palpable en la muerte de su hijo Abel por el homicida Caín.
24. Debido a esa autodeterminación humana del mal y del pecado, Dios en Romanos 8:3 y Gálatas 4:4 envió a su Hijo en semejanza de carne de pecado y bajo la ley, porque había una ley que había que cumplirse y una causa que debía solucionarse, eliminarse o quitarse como barrera entre el Dios santo y el hombre malo pecador para que éste pudiera ser salvo.
25. Cristo bajo la ley y en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, (no a causa de un diablo cósmico) condenó al pecado en la carne dice Romanos 8:3 y en Hebreos 2:14 afirma que el pecado que tenía el imperio de la muerte fue destruido, ese fue el diablo destruido, el pecado que fue quitado de en medio (Hebreos 9:26). Después de la cruz ya no hay pecado de condenación, pues, ninguna condenación hay para el que está en Cristo (Romanos 8:1).
26. Si tuviéramos la posibilidad de fundamentar el pecado en un diablo cósmico, podríamos salirle a Dios con una convincente excusa: “Oh Dios, con todo tú respeto, por favor culpa al diablo cósmico de mis desastres, sufrimientos, y ruinas y no a mí, porque yo sólo fui su marioneta… Envía al diablo al infierno y no a mí, pues, sólo hice lo que el me obligó hacer… Bebí, adulteré, maté, engañé, blasfemé, no vine a Cristo, nunca me importó oír tu palabra, nunca fui a la iglesia, para nada me importó leer la Biblia, me separé de mi esposa y abandoné a mis hijos, y me suicidé porque él me obligó…por lo tanto, Dios, que el lago de fuego sea para el que me obligó y no para mí. Con semejante excusa, el infierno no estaría lleno de seres autodeterminados sino obligados “el infierno de los obligados”. Pero Juan 3:36b dice: ...pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”. Si un hombre pecador rehusó fue un acto auto determinado no impuesto ni obligado. El mal que conlleva a la condenación eterna es causa del mismo hombre.
27. Este libro que usted amado lector tiene en sus manos, busca solamente resaltar la Omnipotencia de Dios, la gloria de Dios, y como fin descubrir al verdadero diablo bíblico. También pretende explicar el origen del mal y del maligno y enseñar que no existe un espíritu volador literal en los aires ni en los humanos, sino que cada ser humano es su propio diablo en la carne, es el malo y el maligno. El diablo siempre será un pecador.
28. La voluntad de este escrito procura tener un cristianismo sin mitos y una iglesia libre de diablofobia. Todos los niños en Cristo condenan incondicionalmente algo que ellos todavía no han analizado, examinado y comprendido conforme a la revelación o luz de la palabra de Dios. Pero el autor comprende que cuando se es niño, se habla, se juzga, se piensa como niño, pero cuando se llega a hombre, se dejan las anteriores niñerías.
29. El único autor del miedo y de la ignorancia eres tú. Aventúrese a leer todo el libro hasta el fin sin prejuicios preconcebidos y los ojos de su entendimiento le serán alumbrados para quitar los velos de la ignorancia. El Señor Jesús dijo en Juan 7:51 “¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye, y sabe l o ue ha hecho”?.