La carne pecaminosa del hombre es el diablo más feroz, es el e | ✞︎ 𝑨 𝒍𝒂 𝒍𝒖𝒛 𝒅𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒕𝒖𝒓𝒂𝒔🕯📖✞︎

La carne pecaminosa del hombre es el diablo más feroz, es el enemigo más grande, es la que le hace la guerra espiritual a los deseos del Espíritu y al carácter santo de Dios en su propia vida. La revelación del Nuevo Testamento nos muestra que la única guerra espiritual latente y existente del hombre es entre los deseos de la carne y los deseos del Espíritu (Gálatas 5:16,17).
9. La doctrina de un diablo literal carece de fundamento en la verdad de Dios, más bien es un crudo invento de la imaginación pagana, heredado por los antiguos y modernos teólogos y predicadores que lo han sacado de la mitología de los antiguos imperios y lo han ensamblado o incorporado al cristianismo degradado por falta de entendimiento (1 Timoteo 6:5).
10. No desconozco el aparente respaldo que utilizando escrituras mal trazadas (sin investigación histórica, cultural, y bíblica) parecen darle crédito a la doctrina existencial de un diablo cósmico o literal que anda como un espíritu volador por los aires, pero mi proyecto consiste en mostrar al verdadero diablo de la Biblia donde veremos que el término -diablo o satanás- siempre está y estuvo relacionado con algo que un ser humano hizo y eso que hizo se llama adversidad, diablo o antagonismo.
11. En la Biblia, existe un principio básico que excluye la posibilidad de la existencia de un diablo cósmico sobrenatural malo literal y diosificado y ese principio lo encontramos en Romanos 6:23 donde dice que . El pecado es el emperador y la muerte es su imperio. El pecado y la muerte siempre han sido pareja inseparable. El pecado es una ciencia y una consciencia del mal. Cuando el hombre tiene a Cristo en su mente y corazón, ese pecado como señorío dejar de ser, porque la ciencia de Dios comienza a hacer del hombre un ser consciente de Dios, quedando dentro de él solamente la consistencia y la ciencia o conocimiento de Dios. El único que debe ser honrado y absolutamente glorificado.
12. El pecado a través de la Biblia casi siempre está personificado como si fuera un diablo, un amo, un señor, un dios, un ser maligno, un ladrón, un príncipe, un león, un dragón, una serpiente, una potestad, un ángel de maldad, un rey. Romanos 5:12 dice que . Desde Adán a Cristo, reinó la muerte para condenación eterna y sufrimiento de la humanidad debido a la ciencia del mal o consciencia del pecado.
13. En la pareja vemos un principio general: muerte y pecado son inseparables, son candado y llave. La humanidad por causa del pecado personal se ha convertido en un reino de muertos espirituales, en un reino de esclavos cuyo amor cruel y despiadado es el pecado interior, esa fuerza innata que Hebreos 2:14 llama , un diablo que no fue un ser invisible de maldad que Cristo destruyó, sino el señorío del pecado, la ciencia del mal que quitó de en medio (Hebreos 9:26)(Romanos 8:3) para que el hombre tuviera libertad para venir al encuentro de Su Salvador (Efesios 3:17).
14. Dios es el único que tiene inmortalidad (1 Timoteo 6:16) y por la gracia y la verdad de Cristo la estableció en la mente y corazón espiritual de sus elegidos, bendecidos y predestinados (Efesios 1:3-4)(Juan 10:27-29) par que éstos puedan reinar en vida eterna sin mitos humanos. En todos los casos bíblicos y reales, el hombre es castigado por Su propia desobediencia, productora de todo el sufrimiento humano presente.
15. En el siglo III de nuestra era se levantó un hombre llamado Maniqueo que fue considerado un hereje dualista. Decía que el mundo era materia mala en sí misma. Dedujo que toda existencia física era mala; y que solo las cosas espirituales eran buenas. Agustín escribió algunos tratados para demostrar que todo lo que Dios creó fue bueno en gran manera, incluyendo el cuerpo y todo el universo y que el mal no es una sustancia.
16. En la teología cristiana, el problema del mal y del maligno está unido al problema del diablo cósmico. Para muchos teólogos el diablo se ha convertido por fuerza en el antidios, en el virrey de Dios, el ser de izquierda que le hace la contraria a Dios y en el principio hostil a la humanidad.