2024-05-24 10:51:09
"Me he sentido el saco de boxeo de los problemas de la gente"
A los clientes se les olvida muchas veces que quienes nos encontramos detrás de la barra, o simplemente a pie de sus mesas, también somos personas.
Desde mi trabajo, por el que un día sentí vocación, percibo que los clientes, hoy por hoy, son cada vez menos empáticos, más maleducados y más exigentes. Mientras esta situación llega a un "límite", o no, nosotros, los trabajadores, cada vez estamos más quemados y descontentos.
En esta carrera llamada vida debería ser obligatoria una asignatura en la que todo alumno y alumna tuviese que estar al menos un mes trabajando de cara al público y entender el desgaste psicológico brutal que desencadena, la ansiedad y las pocas ganas de sociabilizar que existen cuando termina el día laboral.
Nos han metido entre ceja y ceja el desafortunado eslogan colorido en el que supuestamente "el cliente siempre lleva la razón" porque "quien paga manda".
Error.
El cliente no siempre lleva la razón y por mucho que pague nunca habrá dinero suficiente para comprar algo tan básico como el respeto que nos merecemos. Porque al igual que ellos, repito, nosotros también somos personas.
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