LUCAS 21 Habiendo hablado con certeza en lo que antecede cont | Jesús, el Verbo de Dios

LUCAS 21

Habiendo hablado con certeza en lo que antecede contra el réprobo, ahora dirige Sus palabras al consuelo de los elegidos...

(v 28) "Y cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza; porque vuestra redención está cerca."

Como si dijera: Cuando se multipliquen los azotes del mundo, levantad la cabeza, es decir, alegrad el corazón, porque cuando se cierre el mundo del que no sois amigos, se acercará la redención que buscáis. Porque en las Sagradas Escrituras se suele poner la cabeza por la mente, pues así como los miembros son gobernados por la cabeza, así los pensamientos son gobernados por la mente. Levantar la cabeza, pues, es elevar la mente a los goces de la patria celestial.

Porque habiendo recibido las promesas de Dios que esperamos, nosotros, que antes éramos torcidos, seremos enderezados, y levantaremos nuestra cabeza, que antes éramos encorvados; porque la redención que esperábamos está cerca; eso es lo que toda la creación espera.(Eusebio)

Es decir, perfecta libertad de cuerpo y alma. Porque como la primera venida de nuestro Señor fue para la restauración de nuestras almas, así se manifestará la segunda para la restauración de nuestros cuerpos.(Teófilo)

Él habla estas cosas a sus discípulos, no como a los que continuarían en esta vida hasta el fin del mundo, sino como si los uniera en un solo cuerpo de creyentes en Cristo, tanto ellos como nosotros y nuestra posteridad, hasta el fin del mundo.(Eusebio)

Que el mundo debe ser pisoteado y despreciado, lo demuestra por una sabia comparación...

(v 29-31) "Y les dijo una parábola; He aquí la higuera y todos los árboles; Cuando ahora brotan, ustedes ven y saben por sí mismos que el verano ya está cerca.
Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que el reino de Dios está cerca".

Como si Él dijera, como por el fruto del árbol se percibe que el verano está cerca, así por la caída del mundo se sabe que el reino de Dios está cerca.
Aquí se manifiesta que la caída del mundo es nuestro fruto. Porque en esto da brotes, para que a quien haya criado en el brote pueda consumirlo en la matanza.
El panorama puede ser invernal para el mundo, pero es verano para los santos de Dios.
Pero bien está el reino de Dios comparado con el verano; porque entonces huyen las nubes de nuestro dolor, y los días de la vida se aclaran bajo la clara luz del Eterno Sol. (Greg)

Mateo habla sólo de la higuera, Lucas de todos los árboles.
Pero la higuera proyecta dos cosas, o la maduración de lo duro, o la lujuria del pecado; es decir, o que, cuando el fruto brota en todos los árboles y la higuera fructífera abunda, (es decir, cuando toda lengua confiesa a Cristo, aun el pueblo judío lo confiesa), debemos esperar en la venida de nuestro Señor, en los cuales serán recogidos como en verano los frutos de la resurrección.
O, cuando el hombre de pecado se revista de su luz y de su voluble jactancia como si fueran las hojas de la sinagoga, entonces debemos suponer que el juicio se acerca. Porque el Señor se apresura a recompensar la fe y a poner fin al pecado.(Ambrosio)

Hay un futuro para Israel, en el que su Mesías regresará y será reconocido y recibido por el pueblo.
La casa de Israel ha quedado desolada.
La nación no tiene rey ni sacerdote, ni templo ni sacrificio, Os 3:4-5
Pero la nación tiene la promesa de Dios de que no ha sido desamparada,
Ro 11:1
No puede haber paz en la tierra hasta que el Príncipe de Paz, Is 9:6, esté sentado en el trono de David, Is 11:1
¡Orad por la paz de Jerusalén! Sal 122:6 "¡Esforzaos a entrar por la puerta estrecha!"

Las palabras de Isaías presagian este manto imputado de justicia con el que cada creyente ahora está vestido para siempre:
"En gran manera me gozaré en Jehová, Mi alma se regocijará en mi Dios; Porque me vistió con vestiduras de salvación, me envolvió con manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas",
Is 61:10 (Wiersbe)

Bien dice, "el reino de Dios está cerca", porque la venida misma de nuestro Señor,