💀MUNDO DEL TERROR☠️

2022-08-18 15:08:55 https://images.app.goo.gl/m7ubLtHAoBXyrVgA6 Abrir / Cómo

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BOTONERA BUTTERFLY PARTICIPA

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°Categoría Nocturna LISTA #2 K° Abrir / Cómo

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°Categoría Nocturna LISTA #2 K° Abrir / Cómo

2022-08-01 03:42:14 Hola chicos
Encontre en facebook un grupo de terror que me gusto mucho por las historias que relatan. Y aqui les traigo algunas. Espero que las disfruten Abrir / Cómo

2022-08-01 03:41:22 En ese momento miles de sensaciones pasaron por mi mente, pensé que esto no podía estar sucediendo de nuevo, debía de ser otra de mis tantas pesadillas. No obstante la niña se levantó y comenzó a caminar hacia el este, intenté detenerla, pero fue en vano, ella sólo me miró y se lamentó, es que era demasiado tarde, la tormenta de arena se desvanecía brotando de ella bocanadas de fuego, desesperado comencé a correr, pero fue en vano, aquél árido desierto se había transformado en un mar de lava, en carne propia sentía cómo ardía el fuego dentro de mi, estaba muriendo y a pesar de mis inútiles esfuerzos por despertar, nunca logré salir de allí, pero segundos antes de morir alcancé a ver por última vez al demonio de ojos oscuros, quién tomando de mis piernas comenzaba a arrastrarme a las profundidades del mismísimo infierno.

FIN Abrir / Cómo

2022-08-01 03:41:22 enterrarla en el infierno.
Los últimos seis meses, Lucía había estado encerrada en ese aterrador lugar, la entrada a los portales del inframundo, allí su asesino, quién hacía poco tiempo había fallecido, continuaba martirizando su alma, pero el espíritu celestial de la niña no le permitía traspasar la barrera, por eso el demonio sólo podía llevarla hasta allí por el momento, necesitaba recolectar muchas almas oscuras para crear una fuerza abominable, y allí sí, Lucía no podría resistir, aunque la clave para detener todo esto se encontraba en la muñeca de felpa.
En ese instante el suelo se volvió a partir y comencé a caer en ese abismo sin fin, otra vez veía desde el subsuelo como se cerraba la grieta de luz, hasta que de repente impacte con algo allí abajo, cuando abrí los ojos observé a mi Mamá, quién acababa de despertarme, realmente no lograba comprender nada ¿Acaso se trataba de otra pesadilla? Me sentía muy raro.
Recuerdo que me levanté, fui al tocador, lavé mi cara y me dirigí a desayunar, cuando llegué observé que todos saludaban y felicitaban a mi hermana por su cumpleaños, me asombré bastante ¿No fue ayer el cumple de Carolina?
Realmente sentía que me estaba traumando, cada hora que pasaba más situaciones extrañas sucedían y continuamente me preguntaba si realmente había sido una pesadilla lo de anoche. Lo más perturbador era qué se repetía exactamente lo mismo que el día anterior, la familia Pérez llegando a casa, Papá haciendo el asado, las amigas de mi hermana, Malena, todo lo que había soñado sucedía en la realidad.
Hasta que otra vez llegó el momento de servir la carne asada, la verdad me sentía descompuesto, nervioso, inquieto, hasta Abel me preguntó en más de una ocasión si me encontraba bien, no sabía qué decirr, no podía arruinar la fiesta.
De pronto, llegué a servirle a Romina, una de las amigas de mi hermana y fue en ese momento que volví a cruzar mi mirada hacia el jardín y allí volví a ver a la pequeña Lucía, a pesar que temblaba de miedo, esta vez nada se me cayó, dejé la fuente en la mesa y corrí presuroso hacia el galpón, todos me miraban raro, pero a mi no me interesaba. Ingresé al cobertizo, tomé la pala de punta y comencé a cavar un pozo en el jardín. Mi Papá se acercó a reprochar mi comportamiento, pero lo observé con firmeza y con la mirada lo entendió todo, fue tan así que buscó otra herramienta y comenzó a excavar conmigo. Los presentes allí murmuraban que estábamos locos, pero no nos importaba. Luego de tanto cavar la encontramos y realmente fue macabro, a los pocos metros del hoyo hallamos un cadáver esquelético y en una de sus manos sostenía a la vieja muñeca de felpa. No cabía duda alguna que ese cuerpo pertenecía a la niña.
Esa fue una larga noche, móviles policiales, detectives y hasta médicos forenses colmaron nuestro jardín, pero por mi parte estaba satisfecho, al fin había logrado liberar a la niña de su maldición y ahora sí, Lucía podría descansar en paz.
Al siguiente día, desperté diferente, reluciente y sobre todo feliz, aquella tarde fuimos a tomar mates al parque con mi preciosa novia, Malena, lo pasamos más que genial, a la noche me compré una pizza y me quedé mirando televisión hasta tarde. De repente mis ojos comenzaron a sentirse un poco debilitados, señal que me estaba atrapando un profundo sueño, hasta que finalmente me dormí. De pronto comencé a soñar algo extraño, caminaba en un desierto ventoso, los granos de arena apenas permitían ver hacia el horizonte, hasta que de repente me topé con Lucía acurrucada de espaldas, noté que lloraba, le pregunté qué le sucedía, ella me dijo que le había fallado, que por mi culpa estaría allí para siempre. En ese momento no lograba entenderla, sólo le dije que se fuera, que ya era libre, ella por un segundo dejó de llorar y a viva voz exclamó que fracasé porque debía haber destruido la muñeca, ella era la fuente de poder de su asesino, ahora todo se había perdido, el demonio logró capturar tanto poder que la sepultó en el infierno. Abrir / Cómo

2022-08-01 03:41:22 malezas algo extraño y allí, otra vez el terror se apoderó de mí. Tuve tanto miedo que sin darme cuenta dejé caer la bandeja con carne, todos me miraron extrañados, pero al voltear sus miradas, lograron ver la silueta de la niña, quién traía colgando la muñeca de felpa.
¡Otra vez no! Exclamé entre lágrimas, no podía entender que esa niña y su maldita muñeca hayan regresado de nuevo. Mi padre se había deshecho de ella al enterrarla lejos de la casa, no comprendía porque otra vez aparecía aquí.
De pronto, un fuerte ventarrón se levantó, la estrellada noche se tornó oscura y una torrencial lluvia comenzó a caer, todo en escasos minutos, la mayoría de los presentes se fueron a cubrir del vendaval, menos mi padre, Malena y yo.
No obstante, la niña se encontraba totalmente empapada y por nada del mundo soltaba la muñeca. Corrí enloquecido hacia ella, mientras le gritaba todas las barbaridades que se me cruzaban por la cabeza, estaba ciego de rabia. Malena agarraba mi brazo y me quería llevar para adentro, Papá hacía lo mismo, pero no pudieron lograrlo, mi cuerpo y mente estaban envenenados de furia, mi ira me había hecho estallar. Al acercarme noté que la niña lucía diferente, su cara era íntegramente diabólica y sus ojos estaban tan vacíos, tan oscuros como los del hombre de mis pesadillas. Me lancé con saña hacia ella, pero ni bien logré golpearla comencé a caer y a descender por una interminable fosa oscura, solo podía ver una luz cada vez más pequeña, la entrada de esta gran cavidad que se había abierto en la tierra. También sentía, tenues gotas que caían desde la superficie, no sabía que estaba sucediendo, sólo pensaba que pronto llegaría mi fin. Luego, la grieta comenzó a cerrarse, hasta que la oscuridad ganó la totalidad del espacio, sabía que no había vuelta atrás, solo pensaba en Malena.
La caída parecía interminable, hasta que finalmente golpee con una gran masa de agua, continuaba sin ver nada, pero al menos seguía con vida. Una vez que pude salir de la fosa, nadé por varios minutos hasta llegar a una empedrada y lodosa orilla, intenté salir del agua y ponerme de pié, pero no podía hacerlo, no importaba lo que hiciera, siempre volvía a caerme, era una pesadilla sin fin.
De pronto sobre el horizonte pude ver una luz, la misma flotaba en el aire, con enorme desesperación nadé hacia aquel albor, pero al llegar desapareció. Totalmente resignado, me entregué a esas oscuras aguas, no quería vivir más, pero luego, repentinamente el cielo se iluminó en su totalidad, toda esa masa de agua que tan interminable parecía ser, se transformó en verdes praderas, dónde flores y pastizales abundaban por doquier. Confundido comencé a caminar en dirección a un viejo árbol, allí escondida entre sus raíces se encontraba la niña, resignado me arrodille implorando clemencia, pero ella sólo me miró y acariciando mi rostro me dijo que este mal no era provocado por ella, sino que yo mismo lo estaba ocasionando. Luego, la niña me confío su pesado secreto, una revelación que me dejó pasmado. Su nombre era Lucía, vivió hace dos décadas en la casa de los Pérez y su infancia fue un verdadero espanto. Poco tiempo después de cumplir seis años de edad, fue violada, asesinada y enterrada por un extraño en el jardín de su casa, en ese entonces, jamás se supo la verdad de cómo murió Lucía, pues jamás hallaron su cuerpo. Solo allí pude comprender tanto sufrimiento y ese enorme anhelo por descansar, a pesar que en el fondo sabía que algo oscuro y siniestro la ataba a esa casa. Estaba impresionado, no podía ni siquiera mover un solo músculo de tantos escalofríos que mi cuerpo sufría, sinceramente no lograba entender todo esto, no comprendía ¿Por qué en ocasiones su presencia era angelical y en otras todo lo contrario? En ese momento, Lucía tomó de mi mano y comenzamos a caminar, en el trayecto me confesó que no le quedaba mucho tiempo, pues ese espectro que muchas veces aparecía en mis pesadillas, era el alma de su asesino, ese horrible monstruo continuaba torturando desde el más allá, pero lo más triste fue saber que él regresó para llevarla y Abrir / Cómo

2022-08-01 03:41:22 Pasó alrededor de media hora cuando golpearon mi puerta, pensando que era mi mamá, no quise responder, pero una suave voz se escuchó del otro lado, ¿Malena? Imposible, pero sí, era ella quién junto a su familia se habían acercado a mi casa, preocupados por mí.
Entró a mi cuarto y le conté todo lo que me había pasado aquél día, al igual que los demás quedaron confusos, no entendían nada, pero terminaron creyéndome, más que nada porque mis padres y mi hermana, aseguraban haber visto a la misteriosa niña conmigo.
Me sentí tan mal que me puse a llorar, Malena me abrazó muy fuerte y eso me reconfortó, tanta paz me transmitió, fue un emotivo momento.
La familia Pérez se quedó un largo rato conmigo, esperaron a que estuviese mejor y luego retornaron a su vivienda, Malena antes de irse, colocó la muñeca de felpa sobre mi cajonera, apagó la luz y se retiró.
Casi sin notarlo comencé a sentirme pesado, cada vez más y más, hasta que me quedé dormido. Aquella noche tuve un sueño y trataba de la misteriosa niña, la cuál me pedía desesperadamente ayuda, intentaba correr hacia mi pero sus piernas estaban tan pesadas que no podía alcanzarme, pude notar dos brazos que la sujetaba desde atrás, no lograba distinguir su rostro porque estaba oscuro, solo pude ver que era una persona robusta, de repente la niña gritó, me esforcé en llegar hacia ella, pero ni siquiera pude levantar los pies del suelo, al bajar la mirada noté que algo me sujetaba, había alguien que desde abajo me los amarraba. De pronto me percaté que la niña había dejado de llorar, en ese instante me di cuenta que el extraño que la amedrentaba era el mismo que sujetaba mis pies, desesperado intenté zafarme, pero no pude hacerlo. en ese interín tuve la desgracia de ver su aterrador rostro, el cuál no tenía facciones, solo dos hoyos negros en vez de ojos. Cuándo fijó su diabólica mirada en mí, quedé paralizado y a los segundos fui arrastrado hacia abajo, en ese momento desperté espantado, muy angustiado. A los minutos comprendí que todo había sido una pesadilla, pude tranquilizarme al menos un poco, pero enseguida noté algo extraño en mi habitación, la muñeca de felpa había desaparecido de la cajonera.
Me levanté temeroso, aún sentía escalofríos por todo mi cuerpo, hasta que el desesperado ladrido de Trina, me alertó. Decidí asomarme por la ventana para ver qué sucedía, pero el aullido ensordecedor de mi perra terminó por quebrar la noche. Me apresuro en salir y noté que detrás mío, venía mi Papá con su vieja escopeta, una vez en el jardín fuimos testigos de algo perturbador, la niña de mi pesadilla, llorando abrazada a la muñeca de Carolina y a un lado de ella, mi querida Trina muerta. Pavorosos nos acercamos a la nena, quién entre lágrimas nos repetía continuamente que era demasiado tarde, al parecer el hombre oscuro la había atrapado.
En ese momento dos brazos emergen desde el fango del jardín, arrastrando a la niña hacia las profundidades de la tierra. Intentamos salvarla pero fue en vano, solo pudimos oír su lejano llanto perderse en el fondo de aquel abismo, a los pocos segundos esa entrada comenzó a cerrarse quedando en la superficie la muñeca sobre un montículo de lodo, realmente no entendíamos qué estaba sucediendo.
Pasaron seis meses del trágico episodio y aún en mi mente deambulaba el recuerdo de la niña, si bien las primeras semanas fueron las peores, ya que no podía dormir y vivía muy estresado, luego muy de a poco comenzaron a mejorar las cosas, parecía que mi mundo volvía a normalizarse, pero lamentablemente mi vida volvió a derrumbarse una vez más, fue para el cumpleaños número diecinueve de Carolina.
Papá estaba haciendo el asado, mientras que las amigas de mi hermana , los Pérez y algunos parientes se habían hecho presente en la casa.
Esa noche íbamos a cenar en la galería del patio trasero, pues la calurosa noche se prestaba para hacerlo, estaba todo preparado, los invitados sentados a punto de cenar y como acostumbro, me disponía a servir la carne en los platos, cuando estaba terminando, dirigí la mirada hacia el jardín, noté detenidamente entre las Abrir / Cómo

2022-08-01 03:41:22 Me levanté y noté que mi familia aún no había regresado, pero mientras caminaba hacia el baño me percaté que había alguien en el cuarto de mi hermana. Sigilosamente tomé mi bate de softbol y me acerqué sin hacer ruidos, ni bien llegué a la puerta noté que estaba entreabierta, al asomarme por la hendija nada pude ver, entonces tomé coraje y abrí rápido la puerta y a los gritos pelados me metí en el dormitorio, tamaña sorpresa me llevé al ver muy asustada y atrincherada en un rincón a la hija menor de los Pérez, estaba abrazada a una de las muñecas de Caro, mi hermana, quién aún las conservaba por nostalgia.
La pequeñita se largó a llorar con desconsuelo, no era para menos, después del susto que le hice pasar, la tomé con mis brazos y la llevé al baño para lavarle un poco la cara, luego le obsequie una paleta y le encendí la televisión, para que se olvidara un poco de lo ocurrido. Una vez tranquila le pregunté que hacía solita en mi casa, ella dijo que me había seguido hoy temprano y que estuvo toda la tarde jugando con la muñeca. Lo primero que pensé es que la nena había estado toda la tarde ausente en su hogar, no podía imaginar la preocupación de su familia, deberían estar desesperados buscándola. Entonces decidí llevarla a su domicilio, mientras lo hacía justo llegaba mi familia, quienes se quedaron sorprendidos al verme con la nena.
Una vez que les conté lo sucedido, regresé a su casa, y con ella, la muñeca de mi hermana.
Me dirigí hasta el frente de su casa, mientras hacía el recorrido seguía pensando en lo preocupados que estarían allí, pero a la vez un poco contento porque sería yo quién terminaría con su calvario, y eso me sumaba puntos a favor con Malena.
Una vez frente a la puerta, bajé a la niña y toqué timbre varias veces, me atiende el Sr. Pérez, lo raro que me pareció, fue notarlo tan tranquilo, cómo si nada sucedía, pensaba para mi interior, no encuentras a tu pequeña hijita, no podes estar como si nada, pero en fin, Abel me preguntó si había olvidado algo. Perplejo quedé al oírlo, mientras le expresaba que solo venía a traer a su hija, quién me había seguido hoy temprano hasta mi casa, obviamente le comenté, que no había notado su presencia porque estuve dormido toda la tarde. El Sr. Pérez me quedó mirando fijo por unos segundos, luego se largó carcajada tras carcajada sin poder parar, él no dejaba de reírse y burlarse, mientras yo no entendía absolutamente nada. Fue tan así, que me incomodó bastante la situación, en eso se acercó Sara quién tampoco comprendía nada, preguntó el motivo de tanto alboroto, pero antes de que le contestara, Abel se anticipó y entre risas le contó a su mujer que según mi versión, Malena me había seguido a mi casa y se había puesto a jugar con muñecas de mi hermana. Bastante molesto interrumpí la conversación, diciéndole que no me refería a Malena, sino a su otra hija, la más pequeña.
Los dos me miraron sorprendidos y fue Sara quién me contó que ellos solo tenían dos hijos, Nacho y Malena; ¿Entonces? Ahora el que se reía irónicamente era yo, mientras con total seguridad les indicaba que echen un vistazo a mis espaldas, y que me expliquen quién era esa niña. En ese momento mi sonrisa se desfiguró, lo qué sucedería era inexplicable, justamente porque no había nada, solo la muñeca de Carolina tirada sobre la entrada.
Por más que intentara explicar lo incomprensible, no pude hacerlo, no me salía ni una sola palabra, me sentía abrumado, avergonzado y por momentos aterrado. Abel me preguntó si estaba bien, si quería un vaso de agua, no supe qué responder, solo atiné a darme vuelta y salí corriendo de allí, estaba envuelto y confundido en una extrema desesperación. Al llegar, todos me miraron raro, subí las escaleras y me encerré en mi cuarto, no lograba comprender qué había pasado, ¿Acaso me estaba volviendo loco? ¿Esa nena era real? Sinceramente la piel se me erizaba al recordar su rostro. Abrir / Cómo