Get Mystery Box with random crypto!

El sentido de todas estas palabras del Señor se nos revela en | Meditaciones diarias del Hno. Elías

El sentido de todas estas palabras del Señor se nos revela en la Santa Misa, que es la actualización de su sacrificio. En la santa comunión, Cristo se nos entrega simbólica y realmente como alimento espiritual, que nutre nuestra vida interior. Si lo recibimos en estado de gracia, el Señor se une cada vez más a nosotros, y podemos vivir de Él.

De muchas maneras que se adaptan a nuestra comprensión humana, el Señor quiere darnos a entender el misterio de su venida, el misterio de su Persona.

No vino a nuestro encuentro sobre las nubes del cielo y envuelto en toda su gloria, como lo hará en su Segunda Venida al Final de los Tiempos. Antes bien, lo vemos como hombre, que, a pesar del milagro de su concepción virginal, tiene una madre, como todos nosotros, y un padre nutricio, San José. Dios se hace niño y se deja tratar como se trata a un niño. También aquí Dios quiere dársenos a entender y entra en nuestra historia humana: Jesús recibe un nombre, se conoce el lugar donde creció, sabemos quiénes fueron sus discípulos… Podríamos seguir enumerando las diversas formas en que Dios se nos hace presente, hasta llegar a su presencia en la Iglesia, a través de los sucesores de los apóstoles, los obispos; y a través del sucesor de Pedro, el Papa.

Todo esto nos deja claro que la venida del Señor no es simplemente un mito o una historia piadosa que nos transmite una moraleja. ¡No! ¡Se trata realmente de la venida del Hijo de Dios al mundo, para redimir a los hombres! Él entrega su propia vida para pagar nuestras culpas y rescatarnos del poder del mal.

En la actualización de su Pasión y Muerte en el Santo Sacrificio de la Misa, se nos otorgan los frutos de la Redención. La verdadera vida es creer en Él, permanecer en su Palabra, recibir sacramentalmente su cuerpo y su sangre. “Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí.”

Así, vemos que este pasaje, en toda su profundidad, puede resultarnos muy sencillo de entender. Del mismo modo que necesitamos el alimento diario para mantenernos con vida, así necesitamos a Dios día tras día, para que la vida eterna, que obtendremos a plenitud después de esta vida, pueda empezar a desarrollarse desde ya. Jesús no sólo quiere transmitírnoslo teóricamente, sino que nos da todo para que podamos adquirir esta vida.