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Cada día trae su afán. Cada mañana trae su gracia

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Los últimos mensajes 17

2021-12-05 09:04:45 CADA MAÑANA

Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Lamentaciones 3:23

Las manecillas del reloj indican las 5 de la mañana. Rosario abre la ventana, y respira hondo. La rutina de su vida va a empezar; hace tiempo ha perdido la alegría de vivir. La vida se le antoja monótona, triste, sin sentido.

Hay momentos así: todo parece estar cabeza abajo. Intentas, luchas, te arriesgas... Pero, tienes la impresión de estar nadando contra la corriente. Miras al cielo. Ves un avión surcando los aires, y piensas que las personas que están dentro de ese avión sí deben ser felices; después de todo, están allí, viajando, paseando y disfrutando de la vida. Entonces, ¿Cuál es el problema contigo? ¿Por qué las cosas nunca funcionan? ¿Qué le sucede a Dios, que da mucho a unos, y nada a otros?

El texto de hoy habla acerca de la misericordia divina. La misericordia es el amor elevado a la infinita potencia; es la plenitud del amor. Jeremías, el autor del libro de Lamentaciones, afirma que la misericordia de Dios se renueva cada mañana, y que la fidelidad divina a sus promesas es grande. La palabra “grande”, en el original hebreo, es rab, que significa abundante, ilimitada.

¿Ilimitada? ¿Para quién?; porque, para ti, todo sigue igual. El sol sale como todos los días, y tienes que levantarte aunque no estés con ganas de cumplir con tus responsabilidades. ¡Espera, espera! Antes de continuar, vamos a reflexionar en lo que acabas de pensar: “El sol sale como todos los días”. ¡Ah! El sol sale. ¿Y si no saliera? ¿Qué ocurriría con el planeta si el sol, un día, decidiese no salir? ¿Te has puesto a pensar en esa posibilidad? No, claro que no. ¿Sabes por qué? ¡Porque es obvio que el sol va a salir! Pero, lo que Jeremías está diciendo, en el texto de hoy, es justamente que, a veces, no te das cuenta de cómo el amor de Dios se manifiesta en un detalle tan insignificante y rutinario como la salida del sol.

Cada mañana, cuando las sombras de la noche desaparecen, Dios te está diciendo: “Hijo, la noche se fue; hoy es un nuevo día. Deja de lamentarte. Levanta la cabeza, mira el sol: hoy es una nueva oportunidad. Hoy todo puede ser diferente si confías en mí”. Por eso hoy, antes de partir para encarar las luchas del día, recuérdate que las expresiones del amor de Dios, “nuevas son cada mañana y su fidelidad es para siempre”.

Alejandro B

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2021-12-04 09:02:50 VIVIR ES PROSEGUIR

Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3:14

Con apenas 20 años, Raúl llega a la conclusión de que su vida es un fracaso.

“¿Para qué continuar viviendo?”, me pregunta en la carta, después de contarme las derrotas de su vida. Desde los 16 años, ha estado usando drogas. Al principio, solamente para “probar”. O, tal vez, para no sentirse aislado del grupo.

“A la hora que quiero, paro”, les decía a los que le aconsejaban abandonar ese camino.

El día llegó. Quiso parar. Casi había perdido la vida en un accidente automovilístico. Quiso parar, y descubrió que ya no podía. Era un pobre esclavo del vicio. A partir de allí, su vida fue un fracaso tras otro. Abandonó los estudios, dejó la casa paterna y empezó a practicar pequeños robos. Acabó pasando un tiempo en la prisión.

Cierta noche, medio drogado, prendió la televisión del cuartucho inmundo que compartía con otros drogadictos, y me vio hablando del amor de Dios y de las incontables oportunidades que el Señor da a los seres humanos. El mensaje tocó su corazón. Fue a raíz de eso que escribió una carta a la producción del programa.

Al leer el versículo de hoy, tengo la impresión de que el apóstol San Pablo le está hablando a este joven. “Prosigo a la meta”, dice Pablo. El verbo proseguir, en griego, es lambanó. Literalmente, significa “alcanzar la cumbre de una montaña para descubrir que existe otra montaña más alta”.

Proseguir no es simplemente seguir. Es seguir a pesar de las dificultades, de las derrotas y de las promesas no cumplidas. Proseguir es continuar. Llegar es parar. El día que paras, mueres. La vida es proseguir.

Raúl necesita levantarse y proseguir. Todos necesitamos hacerlo. Cada día. A despecho de los errores cometidos. La más grande tragedia del ser humano no es resbalar y caer, sino quedarse caído pensando que una derrota es el fin de la carrera.

En la pasarela de los victoriosos no desfilan las personas que jamás conocieron la derrota. La victoria es fruto de continuar a pesar de los fracasos ocasionales.

Un nuevo año se presenta. El desafío es correr detrás del ideal que Dios tiene para ti. No te desanimes. Tómate de la mano poderosa del Señor y escribe una nueva página de tu historia. “Prosigue a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”.

Alejandro B

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2021-12-03 10:11:38 JESÚS TE AMÓ PRIMERO

En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. 1 Juan 4:10

Seis de la mañana. Los débiles rayos del sol se filtran por entre los cristales rotos del restaurante. Su dramático encuentro con Jesús, la noche anterior, lo ha cambiado. Lo ha convertido en un nuevo hombre: más viejo, tal vez, pero libre de los tormentos de su terrible pasado; feliz, con los ojos radiantes.

Sabe lo que debe hacer. Paga su chocolate con tostadas y se dirige, a pie, a la terminal de tren. Toma un boleto al centro de la ciudad, y anda por sus congestionadas calles. Pasado el mediodía, llega a su destino. Sube lentamente las escalinatas de las oficinas de Policía, y confiesa su crimen.

No sale. Queda preso: permanecerá en la prisión durante ocho largos años. Pero, su espíritu está libre: ha encontrado la salvación en Cristo.

Lo conocí en Pensilvania, una noche de lluvia, mientras dirigía una cruzada de evangelización. Me contó su historia. Me habló de sus noches de culpa; de sus días de remordimiento; de sus tardes y mañanas de angustia.

–Lo que tocó mi corazón –me dijo sonriendo– fue saber que mis culpas ya habían sido pagadas en la cruz del Calvario. Cuando entendí lo que Jesús hizo por mí, tuve ganas de salir gritando a todo el mundo que yo había sido perdonado.

“En esto consiste el amor”, empieza diciendo Pablo. El amor de Dios se escribió con sangre. No fue una declaración romántica, escrita con tinta colorida: fue entrega, renuncia, sacrificio y muerte. Puede parecer injusto y cruel, pero es eso lo que te garantiza la vida. Tú no lo amaste para que él te salvara; él te amó primero, dejó sus mansiones celestiales y vino a buscarte. Jamás podrás agradecer la dimensión de su amor. Pero, puedes abrir el corazón y decirle que aceptas su sacrificio y estás dispuesto a andar en sus caminos.

Hoy es el día de buenas nuevas; hoy es el día de salvación. No interesa lo que hayas hecho ni cómo hayas vivido hasta aquí. Lo único que importa es que aceptes su sacrificio y confíes en Jesús.

Parte hoy, hacia el cumplimiento de tus deberes diarios, seguro y confiado en el amor de Dios, porque “en esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”.

Alejandro B

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2021-12-02 09:02:39 SI NO FUERA POR EL SEÑOR

Si no me ayudara Dios, pronto moriría mi alma en el silencio. Salmos 94:17

El otro día, alguien me dijo: “Yo no quiero escribir una nueva historia. Estoy contento con la mía”. Puede ser. Existen muchas formas de encarar la vida. Pero una cosa es verdad: la vida es un proceso de crecimiento. Nunca es tarde para comenzar todo de nuevo y nada es tan bueno que no pueda ser mejorado.

¿Fue un año extraordinario para ti? Agradece a Dios por las bendiciones que disfrutaste. Alaba el nombre del Señor por su misericordia y fidelidad y prepárate para continuar siendo una fuente de inspiración para las personas que te rodean.

¿Fue un año turbulento para ti? Agradece a Dios porque es en medio de las tormentas y las tristezas que el carácter se perfecciona y es en el dolor cuando aprendemos a valorar la alegría.

En el salmo 94, David describe la furia de sus enemigos. Y, como todo ser humano, tiene miedo. Pero en seguida clama a Dios y le agradece, porque gracias al amor de Dios el pudo sobrevivir a todas las dificultades que encontró en su camino. En el versículo 19, dice: “En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma”.

Comienza… con la certeza de que el Dios misericordioso que te acompañó a lo largo de este año estará a tu lado sustentándote en los momentos más difíciles que tengas que enfrentar en adelante. Tómate del brazo poderoso de Jesús. Haz que él sea el centro de tu vida. Recibe de él la inspiración y la sabiduría que necesitas para vivir una vida prospera y feliz. Si los vendavales de las pruebas arrecian, no permitas que te arrebaten la confianza en Aquel que nunca pierde el control del universo.

Fue bueno haber escrito durante todo este año. Cada meditación tocó mi vida mientras la escribía. También llego a diciembre después de transitar por el “camino de sabiduría”, y me uno a ti y a David para que digamos juntos: “Si no me ayudara Dios, pronto moriría mi alma en el silencio”.

Alejandro B

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2021-12-01 09:08:45 ¡ORAR!

En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Lucas 6:12

Si tuviese que escribir una biografía de la vida terrenal de Cristo, le pondría por título

El Hombre del monte.

No solo porque murió en un monte, sino también porque vivió en el monte; solo, buscando a su Padre en oración: ahí estaba el secreto de su vida victoriosa.

Después de pasar horas en comunión con la Fuente de su poder, descendía al valle, encontraba a los hombres destruidos por el pecado, y los restauraba; les devolvía la dignidad y las ganas de continuar viviendo.

Los seres humanos corremos el peligro de tomar la vida de Jesús solo como un ejemplo de obediencia; y es verdad que nadie obedeció como él. Pero, antes que ser nuestro ejemplo de obediencia, Jesús es nuestro ejemplo de oración y de comunión con el Padre. El Maestro vino a enseñarnos, entre otras cosas, que solo es posible vivir una vida de obediencia en la medida en que vivamos una vida de oración.

Un joven me preguntó, cierto día: “¿Qué se puede decir en una hora de oración? Cuando yo oro, acabo todo lo que tengo que decir en cinco minutos”. La razón porque la oración de este joven no duraba mucho era que solo oraba con el objeto de pedir, siendo que lo que debía motivarlo no era solo eso; Dios conoce todo antes de que le pidamos: el propósito de la oración es cultivar el compañerismo y la comunión con Jesús. A fin de cuentas, la vida cristiana consiste en vivir una experiencia diaria de comunión y de compañerismo con él.

La vida de Jesús fue una vida de constante oración. A veces, cansado, después de un día extenuante de trabajo arduo, el cuerpo le pedía dormir. Pero, él buscaba tiempo para conversar con su Padre porque sabía que, al día siguiente, lo esperaba otra jornada terrible de tentaciones y de dificultades, y solo sería posible salir victorioso en la medida en que buscase el poder de parte de su Padre, por medio de la oración.

Haz de tu vida una vida de oración. Ora no solo de mañana y por la noche; ora constantemente, cada minuto de tu vida. Relaciona con Jesús todo lo que haces. En vez de concentrarte solo en las dificultades que enfrentas, direcciona esos pensamientos hacia Dios, y ya estarás en una actitud de oración.

Que Dios te conceda muchas victorias. ¡Ah!, y no te olvides de que “en aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios”.

Alejandro B

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2021-11-30 12:13:57 Hola de nuevo, queridos lectores de @DevocionalDelDia

Estamos muy contentos de haber llegado a la cifra de 800 suscriptores. Esperamos que te sientas tan bendecido por los devocionales como nosotros por crearlos para ti y los tuyos.

Recuerda que esto es un tesoro que puedes compartir. Cuando haya un mensaje o palabra específico y crees que a alguien puede bendecir, reenvíaselo para bendecirle.

Nos vemos de nuevo cuando seamos 900. Cuando lleguemos a 1000 os prepararemos una sorpresa especial
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2021-11-30 09:12:38 LLEGAMOS

Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella. Números 13:27

¿Llegamos? ¡Mentira! Después de esta declaración “optimista”, todavía necesitaron cuarenta años para llegar a la Tierra Prometida. El mensaje de hoy es un mensaje de advertencia en contra del optimismo exagerado. “Casi” no es “Ya”. Jamás celebres por adelantado la victoria que aún no venciste. Trabaja hasta el último minuto; lucha incansablemente. Nunca consideres vencido al enemigo, porque no existe enemigo vencido; cuando menos lo esperes, tendrás que enfrentar nuevas batallas. Es la lucha de todos los días.

La declaración de hoy fue pronunciada por los espías que Moisés envió para inspeccionar la tierra antes de entrar y conquistarla. Ellos habían vuelto radiantes de alegría y de gozo: deberían estar exuberantes, rebosantes de gratitud a Dios, porque al fin estaban a punto de ver un sueño realizado. Pero, en vez de eso, traían una mezcla de sentimientos muy humanos. El optimismo exagerado por un lado, el deslumbramiento por las riquezas que habían visto; realmente la tierra era tierra que fluía leche y miel. Pero, el otro sentimiento era de un pesimismo asustador: “No podremos derrotarlos porque ellos son más fuertes que nosotros”.

¿Te das cuenta de cómo, cuando el ser humano se aleja de Dios, sus sentimientos son como un péndulo, que oscila de un lado al otro? Pierdes el equilibrio; te entusiasmas y te desanimas con facilidad. Inicias un negocio pensando en volverte millonario, y a los dos meses piensas que cometiste el error más grande; te desanimas, no eres constante, no avanzas.

Ninguna victoria sucede por casualidad. La corona no es fruto de un golpe de suerte. Es necesario persistir, continuar, aunque te dé la impresión de que estás perdiendo el tiempo. La incredulidad de Israel lo llevó a vagar, errante, por el desierto durante casi cuatro décadas, hasta que toda aquella generación fuese consumida por el calor de las inhóspitas arenas. Ellos jamás entraron en la Tierra Prometida, pero nos dejaron el legado de su ejemplo; mal ejemplo. Pero la vida es así: aprendemos de las cosas buenas y de las cosas malas; imitamos lo bueno y evitamos lo malo.

Haz de este día un día de lucha y de trabajo. Aquella victoria que te parece ya casi en la mano todavía no llegó. No te vistas de gala antes de tiempo; sigue luchando y confiando en Dios, hasta el último minuto. Todavía no digas, como Israel: “Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la cual ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella”.

Alejandro B

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2021-11-29 09:14:41 OPTIMISMO

Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos. Números 13:30

Caleb era optimista; un santo optimista. Un hombre con una extraordinaria visión de futuro. El optimismo de Caleb se basaba en su confianza en las promesas divinas. El optimismo está relacionado con la responsabilidad que asumes, o no, ante las circunstancias. Es decir, te haces y aceptas ser el responsable por lo que te sucede, y entonces te preguntas qué es lo que puedes hacer, con la ayuda de Dios, a fin de mejorar o cambiar la situación presente de las cosas.

Ese era el caso de Caleb. El pueblo estaba dominado por el miedo: el enemigo era poderoso; una comparación del armamento de ambos demostraba que Israel no tenía la mínima condición de enfrentar a los cananeos. Pero Caleb veía algo que los demás no veían: su confianza radicaba en las promesas de un Dios que no conoce derrota.

El optimista es un hombre lleno de confianza en Dios; por el contrario, el pesimista se siente impotente frente al mundo o, incluso, frente a sí mismo, y espera a que las circunstancias externas cambien, para hacer alguna cosa. La confianza en Dios llevaba a Caleb a reconocerse como causa cambiante de todo lo que lo rodeaba, mientras el pueblo, temeroso y pesimista, se sentía el resultado de las causas exteriores.

Mientras vivas en este mundo, los desafíos y las circunstancias difíciles siempre estarán delante de ti. No existe jornada alfombrada solo de flores. Dios jamás prometió a sus hijos que los libraría de los problemas: lo que les prometió es que, en los momentos difíciles, él estaría con ellos, sosteniéndoles frente a los embates de la vida.

Con estos pensamientos en la mente y en el corazón, empieza este nuevo día. No importa las barreras que encuentres delante de ti. El enemigo puede ser poderoso y armado hasta los dientes. Desde la lógica humana, es posible que tú no tengas la mínima posibilidad de vencer. Pero enfrenta tus desafíos usando la lógica divina. Confía en el Señor y, como Caleb, di: “Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos”.

Alejandro B

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2021-11-28 09:21:53 ¡ESPERARÉ!

Mas yo a Dios miraré, esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá. Miqueas 7:7.

Melisa despierta sobresaltada, con la frente húmeda y los labios secos.

Intenta murmurar algo, pero solo consigue llorar. El dolor de la pérdida es abrumador; siente que el mundo cayó encima de ella.

Acaba de salir del hospital, después de recuperarse de un terrible accidente, en el que fallecieron sus padres. Ella quedó con marcas horribles en su cuerpo, y se encuentra completamente desorientada.

Hija única, de 22 años. No sabe cómo enfrentar la nueva fase de su vida.

Se siente sola, abandonada, y mira al futuro con miedo.

“En mi corazón ya no hay alegría”, piensa en silencio. Y una lágrima rebelde resbala por los surcos de sus cicatrices. Melisa, ¡no pierdas la esperanza! La vida sin esperanza no tiene sentido. Es necesario tener esperanza. La noche pasará, y vendrá un día lleno de sol. Aún es posible realizar el sueño que la tragedia despedazó. El dolor pasará, y tu corazón volverá a cantar

como cantan las aves celebrando la llegada de un nuevo día. Espera en Jesús,

y confía en él aunque los vientos contrarios intenten arrebatar tu fe. Al fi n de cuentas, tú no estás sola en este mundo. Tú, como el profeta Miqueas, en medio de la adversidad tienes un Dios a quien mirar y en quien confiar.

El año se fue. Abre las cortinas de tu corazón; deja entrar al sol de un

nuevo día. Confía en las promesas maravillosas de Dios. Él jamás te prome-

tió que, en este mundo de dolor, la tristeza pasaría de largo. Las lágrimas son

una realidad innegable de este mundo de pecado. Pero, nada está perdido para quienes confían en Jesús.

Espera en Dios. La esperanza cristiana no es el simple deseo de que las cosas mejoren, sino la certidumbre de que el sol volverá a brillar, aunque en este momento solo veas nubes que anuncian tormenta.

La vida pudo haberte quitado muchas cosas; puedes tener motivos suficientes para creer que el año que pasó fue el más terrible. Pero se fue. Ya es historia. Tú no vives de la historia. Proyéctate hacia el futuro con fe. Comienza un nuevo año, repitiéndote a ti misma la oración de Miqueas: “Mas yo a Dios miraré, esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá”.

Alejandro B

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2021-11-27 09:02:56 EL SUEÑO DE DIOS

Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones. Jeremías 1:5

Debe tener aproximadamente veinte años. Demasiado joven para haber perdido el gusto por la vida y para destruirse, como lo está haciendo. En pocos meses, ha descendido a las profundidades más oscuras del vicio y de la degradación. Se prostituye para conseguir dinero, a fin de comprar cocaína.

“Es la única manera de olvidar lo que soy”, balbucea, “un poco de basura que alguien encontró en la calle”.

Verdad... y mentira. Verdad que la madre biológica la había abandonado en la calle, recién nacida, envuelta en papel de periódico, en un bote de basura. Mentira que, por eso, ella no tuviese valor, al punto de escoger aquella triste vida.

“No tuve otra opción”, farfulla, mordiendo sus labios hasta hacérselos sangrar. Dos lágrimas rebeldes resbalan por su rostro sufrido. Tengo ganas de abrazarla y de decirle: “Hija, no sufras más, estoy aquí; llegué para salvarte”. Pero, percibo que soy apenas un ser humano, incapaz de calmar los dolores del mundo. Lloro. Ella no lo percibe: mis lágrimas ruedan por dentro; queman mis entrañas; me provocan el dolor terrible de la incapacidad. Entonces, viene a mi mente el texto de hoy.

A veces, golpeado por la vida, llegas a la conclusión de que eres fruto del acaso y de que tu existencia es una casualidad, un simple accidente biológico o una coincidencia. Pero, Dios asegura que, antes de que nacieses, cuando aún estabas en el vientre de tu madre, él ya tenía un plan para tu vida. Nada sucede en este mundo sin el consentimiento de Dios. Tú eres fruto del amor maravilloso de Dios.

Suceda lo que sucediere; a pesar de las circunstancias adversas que te rodean; a despecho de las heridas que la vida te haya abierto, el plan de Dios, para ti, continúa en pie. Lo único que necesitas es descubrirlo y seguirlo.

Nadie puede entender lo que sientes; yo sé. Tus dolores son solo tuyos; tus noches interminables, también. Temes que llegue el día. Prefieres vivir en las sombras, escondiendo tu realidad; lo sé. Pero sé, también, que hay un Dios Todopoderoso esperando que solo le digas: “Señor, estoy cansada de sufrir; por eso te entrego mi vida. ¿Eres capaz de hacer lo que yo no puedo?”

Tal vez tu situación no sea, ni por lejos, parecida a la de esta joven pero, ¡en el nombre de Dios!, parte hoy hacia la lucha de la vida seguro de que, “antes que te formases en el vientre de tu madre, Dios ya te conocía”.

Alejandro B

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