2022-07-31 17:41:02
"No añadirás, ni quitarás a la Torá"
¿Qué se deduce de dicha ordenanza bíblica? ¿Qué han deducido Judíos, cristianos y humanistas de estas palabras? Hay que decir que de todos los lados se han dado respuestas incompletas que al final han velado los infinitos significados que obligadamente deberían ir iluminando el camino de retorno a Dios a todo aquel que esté dispuesto a pagar por el precio de este entendimiento como punto de partida.
Es mucho lo que podría decirse sobre los errores, impedimentos y consecuencias del entendimiento literal que se desprende de estas palabras. Ello sería muy extenso y vale la pena profundizar y dilucidar el tema en detalle. Los cristianos quedan atrapados en unas limitaciones de cautividad extremadamente estrechas, mientras que del lado del judaísmo, a pesar de que la apertura a la Torá Oral es maravillosa y de dimensiones con potencial infinito, no obstante también hay cautividad en la literalidad, no sólo interpretativa de la letra, sino de toda la existencia en los términos de la causa y efecto, la prueba científica, el análisis de laboratorio, la evidencia probada al microscopio, etc, etc. Obviamente NO estoy hablando de los sabios de Israel que lo revelaron todo de forma oculta sabiéndolo o no conscientemente, de la misma forma como sucede con todo lo revelado por voluntad directa de Dios, y por lo cual existe y persiste.
Esta literalidad de conclusión con un solo lado conlleva que se distorsione la misma y se deduzca que un ser humano está vivo porque se le sienten y registran sus latidos del corazón en un electrocardiograma, porque se tienen los exámenes que lo confirman. Se deduce que el sol existe porque se le fotografía... En fin el absurdo toma posesión de la lógica permitida. La deducción errónea y arrogante extrapolada al infinito. Y no obstante, la imaginación estúpida es completamente inaceptable. Hay que moverse entre límites con sabiduría y sumisión a Dios. Debido a ello, tanto de un lado como del otro, igualmente no se traspasan las barreras hacia el lado oculto de la dualidad que lleva a la vida. Pero como dije... Esto no solo es muy extenso de explicar, sino el mismo reto de la existencia en el camino de retorno.
Separar y distinguir son actos elementales en el quehacer del ser humano. La separación se muestra en la frontera. La frontera es siempre el lado exterior. ¿Pero qué sucede dentro de las fronteras? Los límites están para nosotros y por nosotros, pero nos gusta hacer siempre nuevas fronteras, porque nuestro desarrollo ha sido de tal manera que nuestro ojo ya solo capta lo exterior. En cuanto al camino de la vida, el ser humano no debe juzgar ni poner límites. De hacerlo, asume la competencia del creador. Los límites ya fueron revelados de formas codificadas y "enrolladas en rollo" para ser develados en el tiempo y en el camino acorde a una jurisprudencia específica para cada instante.
Pero el "ser humano" quiere ser el actor principal, aunque Dios le haya creado como mujer, es decir, como parte pasiva. Su condición es femenina, pero actúa como si fuese masculino; es incapaz de admitir que necesita la fecundación de ein sof para ser fértil. Halajá, el camino, conoce los límites, porque Dios se los ha enseñado al ser humano.
La tradición (Talmud y Kabbalá) cuenta con todo detalle cómo Dios se los mostró a Moisés en el Sinaí. No añadas nada y no quites nada, está escrito. Porque de otra forma, el ser humano intentará determinar por sí mismo los límites del Tzimzum y querrá entrar en el Sancta Sanctorum, que está reservado para Dios. O quizás decida no aportar más el korban, es decir, no acercarse más a Dios, para no tener que pisar el lugar Santo. El atrio del Templo es la raíz. El Sancta Sanctorum, Kodesh ha-kodashim, es raíz de raíces. Dios habla del camino, del camino que lleva hasta el olam Atzilut, el mundo en la sombra de Dios, hasta la unión con Él.
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