2022-05-20 21:18:15
Los Padres Fundadores de EE.UU. no crearon un país, sino una Unión de Estados soberanos, libres e independientes. Por eso el nombre: ESTADOS UNIDOS. Lastimosamente, lo primero que hizo Abraham Lincoln cuando asumió la presidencia fue lo que más adelante hizo Adolf Hitler cuando llegó al poder en Alemania: concentró el poder en la capital y eliminó la independencia que tenían los Estados - en el caso de Lincoln, iniciando una Guerra Civil e invadiendo a los Estados del sur que querían abandonar la Unión a la cual se habían unido voluntariamente. Si bien EE.UU. comenzó a concentrar cada vez más poder en Washington luego de la revolución de Lincoln, hoy en día todavía quedan elementos federales en su forma de gobierno que protegen la libertad de los Estados y las personas.
En Colombia, un cambio real sería permitirle a Antioquía y a los demás Departamentos gobernarse a sí mismos. Podemos compartir cultura, comercio y seguridad nacional con los demás, pero no un gobierno central ilimitado. Es absurdo tener que pelear unos con otros cada cuatro años. Cada elección nos fractura más como sociedad y como país.
Si Bogotá quiere experimentar con el socialismo, lo cual es obvio que quiere hacer, no debería tener el poder de arrastrar a Medellín y a las demás ciudades a ese abismo. Y Medellín no interferiría con eso. El federalismo permite que cada soberanía (Estado, Departamento, Ciudad, Localidad, etc.) se gobierne a si misma con autonomía sin la interferencia de una autoridad central.
EE.UU. es un gran ejemplo. Las políticas socialistas de Estados progresistas como California y Nueva York han arruinado a esos Estados (alto desempleo, alta pobreza, alta inseguridad, altos impuestos, muchas regulaciones, alto costo de vida, etc.). Mientras tanto, las políticas libertarias de Estados como Texas y Florida han creado prosperidad en esos Estados (bajo precio de gasolina, 0% de impuestos, pocas regulaciones, bajo desempleo, baja inseguridad, facilidad para hacer negocios, etc.). En un federalismo, las personas votan con sus pies, como se ve en EE.UU.: cientos de miles de personas cada año están abandonando California y Nueva York para irse a vivir a Estados más libres como Texas y Florida.
Esta competencia entre los Estados es saludable. En Colombia, tendríamos esta competencia, y veríamos fácilmente cuáles políticas funcionan y cuáles no. Si Bogotá implementa el socialismo que hace años quiere implementar con Gustavo Petro a la cabeza, al cabo de unos años los resultados hablarían por sí solos. Las personas y empresas de Bogotá se mudarían a otras ciudades más libres, como Medellín, y a la larga eso obligaría a Bogotá a reformar sus políticas para no seguir perdiendo empleos e ingresos fiscales.
Pero con el centralismo actual, Bogotá busca imponer su agenda socialista en todo el país, y las personas de las distintas ciudades y departamentos no tendrán de otra más que de emigrar a otro país como Panamá o EE.UU. En un federalismo, solo tendrían que mudarse de una ciudad o departamento a otro.
La necesidad de implementar un federalismo puro como el de EE.UU. nunca antes había sido tan urgente. Las decisiones más importantes deberían tomarse a nivel local (departamental, regional, municipal) no a nivel nacional. Aborto, porte de armas, tasas de impuestos, regulaciones empresariales y ambientales, requisitos para votar… cada Departamento debería tener soberanía sobre estos asuntos, no un puñado de burócratas en Bogotá. Así como es inmoral que Medellín le imponga un tipo de gobierno a Bogotá, es inmoral que Bogotá le imponga un tipo de gobierno a Medellín. Compartir un gobierno central con personas de diferentes culturas e ideologías políticas nunca saldrá bien.
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