2022-02-11 22:32:43
Una fuerza extraordinaria para un reto de ese calibre.Diálogo entre las neuronas obreras de un sistema operativo humano:
“
Oye, que dicen ahí fuera que lo tenemos hecho. Que es un mero trámite el que lo consigamos y que no debemos preocuparnos, porque tenemos todo lo que hay que tener para lograrlo.
Pues oye, cuando lo consigamos no va a tener ningún mérito, porque ya lo tenemos hecho antes de empezar.
Ya. No lo había visto así, pero es cierto: solo cabe conseguir el logro y alcanzarlo no tendrá ningún valor. Qué ansiedad pensar en el fracaso y, sobre todo, qué falta de motivación para esforzarnos en conseguirlo.”Cuando alguien se plantea un logro extraordinario, no es habitual pensar acerca de lo que debería sentir para conseguirlo. Escalar el Everest, aprobar una oposición, impulsar una start-up, competir al máximo nivel, pilotar un fórmula 1, dirigir un equipo humano o aportar para que sea excelente…Todos esos logros requieren de un estado emocional que puede no ser el imaginado.
Desde el momento en el que hacemos una rueda de prensa anunciando nuestro objetivo, podemos encontrarnos con un grupo de followers incondicionales que no van a dejar de decirnos lo buenos que somos y lo cantado que está el logro al que aspiramos. Y parece que esa es una fuerza extra, que nos va a empujar en nuestro reto…
Recibir una sobrealimentación de nuestro potencial, cuando ya hemos decidido escalar el Everest, no ayuda casi nunca, ya que nos coloca en una sensación de angustia por conseguirlo como un mero trámite y sin que lograrlo tenga, aparentemente, ningún mérito.
Cuando no estamos ante un ser excepcional, en lo relativo a su propia seguridad, hace falta otro estado emocional, que nos de una fuerza tan extraordinaria como el propio reto. Hay que sentir algo tan poderoso como la ira o la rabia hacia algo o alguien, para poder sacar todo nuestro potencial y tener opciones de éxito. Porque el enfado bien canalizado es fuerza, mientras que la adulación externa es presión que se convierte en auto presión, en forma de losa inhabilitante.
Si queremos conseguir un reto estratosférico en algún momento de nuestras vidas, necesitamos
haters cercanos que duden de nuestra capacidad y que nos recuerden las pocas opciones que tenemos, porque su negatividad o escepticismo nos dará la fuerza de la rabia y de la ira para sacar un potencial que, desde una perspectiva follower y complaciente, no va a salir.
Y para aquellos que no se vean capaces de intentarlo, aún teniendo objetivamente la capacidad, es indiferente el público que les acompaña, porque ellos todavía tienen pendiente la asignatura primaria de la confianza en sí mismos. Pero ese es otro tema, que dejamos para otro día.
357 viewsSalva Fernández, edited 19:32