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Cada día trae su afán. Cada mañana trae su gracia

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Los últimos mensajes 4

2022-07-01 08:00:21 FRUTOS LIMPIOS

Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. Romanos 5:19.

El enojo en sus ojos era atemorizante. Mirando fijamente al horizonte, trataba de encontrar palabras que no lo lastimasen tanto, pero no las hallaba.

-Yo… yo soy así. ¿Qué puedo hacer? ¡Es mi naturaleza, mi destino, mi suerte; y no hay nada que pueda hacer para cambiarlo!

Mucha gente piensa que jamás podrá cambiar de vida, y justifica sus errores, con la idea de apagar la voz de la conciencia. ¿Tienen ellos la razón? Hoy, tal vez, te levantaste con el sabor de la derrota en tus labios; te duele la cabeza intensamente; tu cuerpo siente la resaca de ayer. Y, mirándote al espejo, te sentencias: Soy así, ¿qué puedo hacer?

La Biblia habla acerca de la naturaleza pecaminosa del ser humano. Desde que venimos al mundo, traemos la inclinación hacia el mal. El versículo de hoy menciona la desobediencia de Adán como puerta de entrada del mal a la vida de todos. El árbol de la humanidad fue contaminado en su raíz, y los frutos son malos.

La vida del ser humano es una incansable lucha en contra de la naturaleza pecaminosa. Creo que nadie, en sana conciencia, desea hacer el mal; a nadie le gusta tropezar y caer a cada rato. No le hace bien a nadie prometer y prometer, sin nunca cumplir.

El texto de hoy presenta un contraste entre Dios y el hombre: si, por un lado, el pecado atacó la raíz de la humanidad y contaminó todos los frutos, por el otro, Cristo venció el pecado, y trajo solución y cura.

Al comenzar un nuevo día de tu historia, recuerda que todos tenemos una naturaleza mala, pecaminosa, que se deleita en vivir lejos de Cristo y que prefiere vivir ajeno a la voluntad de Dios. El Señor Jesús, con el suave pañuelo de su justicia, nos limpia con cariño; nos limpia de todo y nos llama justos.

Cuando por algún motivo te sientas indigno; en las horas de mayor angustia, en los momentos de total desánimo; cuando el martilleo de la culpa te golee sin cesar, recuerda: “Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos”.

Alejandro B

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2022-06-30 08:01:01 SAL DEL ARCA

Sal del arca tú, y tu mujer, y tus hijos, y las mujeres de tus hijos contigo. Génesis 8:16.

Recuerdo la última noche en mi tierra natal. Al día siguiente, partiríamos hacia la capital, en búsqueda de nuevos horizontes. Yo debía tener trece años: era un adolescente, con ganas de vivir. Miré el cielo estrellado, y noté que la noche estaba más melancólica que nunca. Me senté en la terraza, donde en otros tiempos me había sentido tan feliz. ¡No podía negar que me asustaba lo desconocido!

Hoy, entiendo que mis padres tuvieron el valor de aceptar que, en la vida, es necesario “salir del arca” si quieres vencer. El arca significa lo conocido, lo cómodo, lo seguro; aquello que no implica ningún riesgo. Si te quedas en ella, jamás verás nuevos horizontes. Dios no te creó para que envejezcas en el arca: el barco de madera es solo una medida de emergencia; es circunstancial. La orden de Dios es: “Sal del arca”.

¿Cuál es el arca del que te aferras? Todos los días, por diferentes motivos, los seres humanos viven construyendo arcas y justificando su permanencia en ellas.

Dios es un Dios de desafíos. A Abraham le ordenó, cierto día: “Sal de tu tierra, de tu parentela, a una tierra que yo te mostraré”. Y el patriarca, con 65 años de edad, no vaciló: tomó a su gente y partió.

A Pedro le dijo, una noche: “Ven”. Y el discípulo abandonó sus temores, sacó el pie del barco y fue a Jesús, andando por encima del agua. Tú sabes que nadie puede andar por encima del agua; si lo haces, quiebras una ley de la naturaleza. ¿Sabes lo que Jesús te quiere decir hoy? Que, si eres capaz de verlo en medio de la oscuridad y sales del barco, podrás quebrar el presente estado de cosas.

Hay demasiada apatía, demasiada mediocridad, escondiendo los temores interiores de gente que se niega a avanzar. Haz de este un día de crecimiento. Revisa el rumbo de tu vida, analiza tus decisiones, acércate a la ventana del alma, y observa los horizontes vastos y las praderas sin fin a donde Dios desea conducirte. No te detengas: el hecho de que hasta aquí te fue bien no quiere decir que no haya maneras mejores de hacer las cosas. Atrévete a salir del arca, porque la orden de Dios es: “Sal del arca tú, y tu mujer, y tus hijos, y las mujeres de tus hijos contigo”.

Alejandro B

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2022-06-29 08:00:08 TE AMA

Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia. 2 Tesalonicenses 2:16.

¡Dios te amó de tal manera que dio a su Hijo unigénito! No existía nada más grande ni más precioso que pudiera ser dado en tu favor. ¿Por qué no te dejó Dios abandonado al triste destino de muerte? ¡Por amor! ¡Solo por amor! Un amor que llegó hasta el sacrificio. Era la única manera de salvarte.

La paga del pecado es la muerte; y ese principio no puede ser ignorado. Tú y yo habíamos pecado, y merecíamos morir. Pero, Dios nos ama tanto que entregó a su propio Hijo para que muriese en nuestro lugar. ¡La Cruz es la más grande expresión del amor de Dios! Allí, el amor de Dios se escribió con sangre. Jamás podremos entender la dimensión de ese amor.

Por lo tanto, en las horas de dolor y de tristeza; en las horas en que el martilleo de la culpa te golpea impiadosamente, piensa en el amor de Dios. Para él, eres lo más precioso que existe en este mundo: te ama con un amor infinito. No por lo que eres, sino a pesar de lo que puedas ser. Te amó hasta la muerte; se entregó como un cordero, silenciosamente, sin emitir un gemido. Éramos tú y yo quienes merecíamos morir en esa cruenta cruz. Pero, su amor fue más grande que la propia vida. Incluso, porque la vida que nos fue dada había sido una expresión de su amor.

Cuando Jesús estuvo en este mundo, era la personificación del amor: el amor hecho carne; el amor que se podía tocar y ver. Mientras Jesús se movía entre los seres humanos, lo que se movía, en realidad, era el amor de Dios. Y ese amor tenía un poder transformador sin medidas: curó leprosos, hizo andar paralíticos, abrió los ojos de los ciegos, resucitó muertos, libertó endemoniados y devolvió la dignidad y el respeto propio a personas destruidas por las circunstancias de la vida.

Jesús era el amor en acción; el amor transformador. Y nos dio una lección: solo el amor transforma; solo el amor reconstruye lo que fue desecho por el pecado.

Si tienes una persona amada que está destruida por el pecado, recuérdate que solo el amor redime. ¡Ah, querido!, si el amor, personificado en Jesús, hizo andar a un cadáver que ya olía mal, ¿por qué no podría traer a tu padre de vuelta? ¿Por qué no podría rescatarlo de las garras del vicio? ¿Por qué no sería capaz de reconstruir tu matrimonio?

Sal, rumbo a las actividades de este día, recordando que: “Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia”.

Alejandro B

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2022-06-28 08:00:08 ¡CÓMO CAÍSTE!

¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Isaías 14:12.

Al verlo, Lidia sonrió. Los dientes, blanquísimos, brillaban como perlas en su boca. Ernesto nunca había visto un rostro tan bello, tan radiante; ni ojos tan llenos de vida y de sueños. Lidia tenía todo para ser una mujer triunfadora. ¿Quién no le abriría las puertas? Cuando deslizaba su cuerpo esbelto por las calles, hasta la vida parecía extenderle la alfombra roja.

Hay personas que nacen así. Como si Dios les confiase algo especial, para alguna misión diferente. Lidia era una de esas personas: resplandecía entre los mortales. Ernesto la amó desde el día que sus miradas se encontraron: Pero, cuando un día le declaró su amor, ella le dijo que era una estrella que él jamás alcanzaría.

De repente el “lucero de la mañana” empezó a creer que podía brillar sola, y que no necesitaba de nadie; ni de Dios. Para nada. ¡Craso engaño! Brilló por algún tiempo, es verdad; subió a las alturas más encumbradas y, desde allí, observó a los demás seres humanos como si fuesen inferiores a ella. Tal vez, pensó que su luz jamás se apagaría; muchos piensan así. Un día, Lucifer también lo pensó. Pero, el texto de hoy registra que aquel ángel de luz fue cortado y cayó a la tierra.

Lidia también. Una noche, mientras regresaba de una fiesta, embriagada, perdió el control del vehículo y chocó contra un árbol.

Los meses que siguieron al accidente fueron meses de lucha: peleó la batalla de su vida para volver a andar; concentró todas sus fuerzas; gimió, lloró; echó mano de lo que tenía y de lo que no tenía por recuperar lo que el accidente le había quitado. Pero, el resultado fue calamitoso: quedó limitada a una silla de ruedas por el resto de su vida.

Su vuelo vertiginoso hacia las estrellas fue cortado por su propia imprudencia, al conducir embriagada, pensando que era dueña de su destino. Ernesto la siguió amando. Un día, la llevó al altar en ese estado, y cuidó de ella con cariño.

Hoy, tu cielo puede verse azul y sin nubes; hoy, puedes brillar como el sol a mediodía. Pero, recuerda que todo en tu vida pertenece a Dios; todo lo recibiste de él. No te apoderes de lo que recibiste prestado. Si lo haces, un día, tal vez la propia vida te diga: “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones”.

Alejandro B

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2022-06-27 08:00:33 FIN DE MUERTE

Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte. Proverbios 16:25.

La vida está llena de caminos. Muchos, por todos los lados: caminos mentirosos, engañadores, seductores; caminos que te susurran a los oídos: “Hola, ven conmigo, yo te llevo donde quieres llegar”.

Uno de esos caminos es el placer. Te ofrece maravillas, pero te cobra caro; no le creas. Por otro lado, no temas al placer; el placer tiene un lugar en la vida: a fin de cuentas, es resultado de los sentidos, y los sentidos fueron colocados en tu cuerpo por el Creador. Uno de los propósitos de los sentidos es proporcionarte placer. Y, si fue Dios quien colocó la fuente del placer en ti, no debe ser peligroso ni pecaminoso, como parece.

El problema es la búsqueda del placer por el placer en sí mismo; la obsesión por el placer, despojado del temor de Dios. Por lo tanto, cuando el placer toque a la puerta de tu corazón y no venga acompañado del temor de Dios, no le hagas caso: su fin será la muerte.

El único y el verdadero Camino es Jesús. Cuando él estuvo en la tierra, declaró a sus discípulos: “Yo soy el Camino”; Camino con mayúscula. No existe otro que te conduzca a la vida; buscar la felicidad siguiendo cualquier otro camino es buscar la muerte.

Pero, cierto día, un joven me preguntaba: “¿De qué forma Jesús es el camino?” Y he comprobado que muchas personas, en el mundo, no entienden la manera en que Jesús las conduce a la vida; algunas, incluso, buscan formas místicas de seguir a Jesús. Pero, Jesús es práctico, y sus enseñanzas también lo son. El modo en que desea llevarte a la vida es por medio de su Palabra: cada vez que abres la Biblia, el Señor se comunica contigo y te muestra el camino que debes transitar. Obedecer a su Palabra es andar en el camino.

Desdichadamente, vivimos en días en que cada uno desea ser su propio camino; cada uno piensa que sabe lo que es bueno para sí. El resultado es que la carretera de la vida está colmada de cuerpos sangrando, agonizando… esperando el momento final de una existencia sin sentido.

Haz de este un día de retorno a la Palabra de Dios. Consulta las enseñanzas divinas antes de tomar una decisión. No te atrevas a vivir solo, porque “hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte”.

Alejandro B

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2022-06-26 08:00:36 PERDONAR PARA ORAR

Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. Mateo 5:23, 24.

Cada vez que una persona decide orar, el enemigo de Dios hará todo lo posible para que esa plegaria no tenga poder. La Biblia presenta como advertencia algunos factores que matan la oración. Uno de ellos es la pelea con un “hermano”. Eso significa que la manera ideal de llegar hasta el trono celestial es estar en paz con todos nuestros semejantes.

El enojo y la pelea ingresaron al mundo con el pecado. El conflicto emocional entre dos personas, las distancias afectivas, los rencores, los enojos y las iras, crean una raíz de amargura y alejan a los hombres del plan de Dios. Quien comienza la oración diciendo: “Padre nuestro que estás en los cielos”, está aceptando que es “hijo de Dios”, y a la vez “hermano” de todos los seres humanos de esta tierra. Por esta causa, Jesús nos dijo: “Si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda”.

En algunas ocasiones no es sencillo realizar el mandato de Jesús, y para lograrlo es necesario recurrir a la oración para obtener fuerzas adicionales. Cuando una persona te ha herido mucho, y el dolor que sientes es muy grande, no es fácil “arreglar” cuentas y continuar como si nada hubiera pasado. Para eso es necesario recurrir a través de la oración al poder curativo del Espíritu Santo, a fin de que cicatrice las heridas del alma y la reconciliación sea auténtica.

Este ejercicio que Jesús nos plantea de reconciliarnos primero y luego llevar nuestra ofrenda, tiene el propósito de prepararnos para el cielo. En las mansiones celestiales no habrá ninguna persona enemistada con otra. Allí nadie le dirá a Jesús: “Señor, prefiero quedarme de este lado del río porque del otro lado hay alguien que no me cae bien”. Tampoco le podremos decir: “Preferiría, Señor, no comer por ahora de esa fruta, porque cerca del árbol está aquella persona que me hirió muchísimo antes que tú vinieras”. Toma la decisión de buscar la paz con tu prójimo, y verás que con la ayuda divina no hay obstáculo que no puedas vencer.

Alejandro B

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2022-06-25 15:21:26 ¿A QUIÉN SEGUIR?

¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Génesis 3:1 (p.p.).

¡No sé qué hacer; simplemente, no lo sé!

Con el rostro entre los brazos, sentada frente a mí, Claudia era el retrato de tantas personas, inmersas en un mundo de dudas: matrimonio en bancarrota, crisis en el trabajo, deudas y luchas diarias con la depresión, Claudia buscaba respuestas.

“Son tantas”, decía ella, “tantos caminos, tantas filosofías, tantas propuestas, que es imposible saber lo que es o no es correcto”.

Verdad y mentira. Verdad, que existen muchas filosofías, caminos y alternativas. Vivimos en un tiempo en el cual está de moda creer en algo, vivir la espiritualidad, buscar la armonía del alma. El enemigo de nuestras almas es especialista en crear confusión en la mente del ser humano; fue así en principio, y continúa así actualmente.

La pregunta del texto de hoy es una de las más difíciles de traducir. En el hebreo, sugiere dos ideas diferentes, y eso causa cierta contradicción entre los estudiosos de la Biblia. El enemigo formuló una pregunta con el claro objetivo de confundir a Eva; su intención era llevarla a dudar de Dios. Y continúa siendo este su objetivo hoy, al presentar tantas filosofías, creencias y caminos alternativos.

Es muy probable que, en algún momento, te hayas sentido como Claudia, sin saber adónde ir, qué hacer o qué dirección tomar. En la carretera de la vida, todo parece oscuro y te parece imposible llegar a destino.

El caso de Claudia muestra que buscar el rumbo llevada por las ideas y las filosofías humanas solo te conduce a la confusión: el camino es la Palabra de Dios. La Biblia es el mapa del viajero; el GPS para el perdido; la señal de tránsito que indica: sigue adelante, a derecha o a izquierda. Las orientaciones divinas son claras y objetivas: a nadie le fue mal por haberlas obedecido.

Deposita tu confianza en Dios. Aunque al principio no lo entiendas; a pesar de que tu humanidad te hace pensar que la orientación está equivocada. Dios jamás falló a los hijos sinceros, que van a él en busca de orientación y de consejo. Haz de este un día de obediencia a sus orientaciones, y recuerda que el enemigo puede aparecer, en algún momento, susurrándote: “¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?”

Alejandro B

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2022-06-19 09:46:48 CON INTEGRIDAD

Y amarás a Dios tú Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Deuteronomio 6:5.

Al entrar en el departamento, Adrián dejó el maletín en el centro de la sala y se derrumbó, pesadamente, en el sofá. Estaba exhausto: el trabajo del día había sido agotador, el jefe había estado más insoportable que de costumbre y hasta el calor, agobiante en esa época del año, se había mostrado infernal.

Con las manos debajo de la nuca y mirando a un punto indefinido del techo, el joven ingeniero no dejaba de pensar en lo último que le sucediera aquel día; en realidad, eso era lo que lo incomodaba. La propuesta de trabajo que recibiera por teléfono, mientras viajaba de regreso a casa, era desde cualquier punto de vista irrecusable. A no ser por un detalle: la empresa que hacía la propuesta quería que él trajese consigo copia de documentos importantes. Nada de más; a fin de cuentas, él había ayudado a elaborar aquellos proyectos. En realidad, eran también suyos. No estaría siendo “totalmente” deshonesto.

¿Existe deshonestidad total y deshonestidad parcial? Solo la idea de faltar a la ética lo mortificaba, por más que intentase justificar el hecho.

Adrián era un cristiano, y se preguntaba cómo se conduciría Jesús en esas circunstancias. ¿Qué decisión tomaría? Como respuesta, vino a su mente el versículo de hoy. El amor y la vivencia del evangelio no pueden ser una experiencia dividida: o eres o no eres. O amas a Dios con todo tu ser o, entonces, corres el peligro de desintegrarte interiormente. Y eso es fatal. Una persona dividida se incapacita para ser feliz; cae en el terreno del cinismo y se anula.

Todos los días, en circunstancias diferentes, te ves en la necesidad de decidir. La encrucijada no es solo entre el bien o el mal, sino entre la felicidad o la infelicidad, entre la vida o la muerte.

¿Cuál es la decisión que necesitas tomar hoy? ¿Adónde necesitas ir, o cuán lejos de tus principios te ves tentado a andar?

Este puede ser un día de vida, de decisiones sabias, de elecciones sensatas. Pero, eso es posible solo cuando el corazón le pertenece a Dios por completo.

Por eso, no salgas de casa sin recordar la orden de Dios a su pueblo: “Y amarás a Dios tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas”.

Alejandro B

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2022-06-16 09:44:12 SATISFACCIÓN

También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario. Lucas 3:14.

Se arrojó al vacío, intentando destruir su historia. Aquella noche, había corrido como un loco por calles oscuras, víctima de una persecución psíquica; en realidad, había corrido toda su vida buscando llenar el vacío del alma. Al principio, creía que lo que buscaba era solamente satisfacer las carencias físicas; después, pensó que corría detrás de realización y de prestigio. Y no tuvo escrúpulos para encontrar lo que buscaba. Lo tuvo todo, pero su corazón continuó sonando como un tambor hueco, hasta aquella noche en que decidió ponerle un coto final a todo. No murió, como hubiera querido. A partir de ese día, las cosas empeoraron porque, a raíz de esa intención suicida frustrada, quedó parapléjico.

Pero, ¡cómo son las cosas de Dios! Fue en el dolor de la impotencia que volvió a nacer; fue cuando ya no supo adonde más correr que se dejó encontrar por el Señor Jesús. Y de repente el sol salió en la medianoche de su tristeza, y aprendió a sonreír y a cultivar el optimismo y la esperanza, a pesar de su desgarradora situación.

“Tuve que ser reducido a este estado para entender que lo que me faltaba era Jesús”, me dijo con una sonrisa tímida, pero sincera.

El versículo de hoy muestra esta gran verdad: Jesús aconsejó a los soldados: “Contentaos”. El verbo “contentarse”, en el griego, es arkeo, que significa, literalmente: “No buscar nada más porque se está completo”.

La única manera de estar completo es volverse a Dios. El ser humano, acepte o no la idea, salió un día de las manos del Creador, y solo será completo cuando retorne a él. Lejos de Dios puedes correr, correr y correr; sin él, puedes buscar, y buscar y buscar. Pero, nada de lo que encuentres satisfará los deseos de tu alma: tu búsqueda es la del corazón; tu sed es la de Dios. Carencia del espíritu que solo llega a su fin cuando, cansado de vagar, finalmente reconoces que no puedes seguir huyendo.

Hoy amanece un nuevo día. Mira hacia afuera. Contempla la mañana. ¡Es un milagro! Es la expresión del amor de Dios. Y, frente a las expectativas para este día, escucha la voz de Jesús: “No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario”.

Alejandro B

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2022-06-15 08:02:48 MI ELECCIÓN DIARIA

En aquel día mirará el hombre a su Hacedor, y sus ojos contemplarán al Santo de Israel. Isaías 17:7.

Tulia esbozó una linda sonrisa, al recibir su regalo. Era el día de su cumpleaños, y había soñado con ese presente durante mucho tiempo; hablaba sobre él de día y de noche, a toda hora, en todo lugar.

Su papá se aproximó, y le dijo:

-Hijita, déjame armar eso. Yo puedo ayudarte.

-¡No, papito! Yo puedo sola.

Pasados veinte minutos, vino el llanto: el juguete soñado, ansiado, hablado y cantado por mucho tiempo, estaba roto y sin condiciones de ser usado. Con los ojos llenos de lágrimas, la niña miró a su padre y le dijo:

-Papá, ¿puedes ayudarme? ¿Arreglas mi juguete?

El ser humano no es más que un niño. Va por la vida queriendo hacer todo solo; y solo se hiere, sufre y llora. Así es hoy, lo fue en el pasado y lo será hasta que Jesús vuelva.

El pueblo de Israel tenía un pacto establecido con Dios: ustedes me obedecen y yo los cuido. Simple. Bastaba seguir ese acuerdo, y la vida sería buena, sin dolor ni lágrimas. Pero, por más sencillo que pareciera, Israel insistía en ir por otro camino.

Se comprometió en la idolatría de los pueblos que lo rodeaban; puso de lado el pacto y al propio Dios. En varias ocasiones, el Señor lo llamó de regreso, lo invitó a sus brazos, lo buscó como a una manada perdida. Pero, el pueblo simplemente dijo: ¡No! La consecuencia era inevitable.

Un día, el poderoso ejército de Asiría llegó con toda su fuerza, derrotó a Israel, lo esclavizó y lo humilló. Sobraron dolor, vergüenza, sufrimiento; y el pueblo, dice el texto de hoy, se acordó de Dios. ¿En esa circunstancia? No era que Dios no lo oyese más -incluso, porque Dios siempre oye a su hijo-, pero, ¿tenía que esperar hasta ese momento? Tantas invitaciones, mensajes, llamados, ¡y nada! Pero, cuando el dolor, la tristeza y la vergüenza llegaron, Israel se acordó de Dios.

En la vida, existen opciones. Una de ellas es aceptar la protección divina cuando todo va bien, y la otra es buscar a Dios cuando todo va mal. En ambas, Dios te oye, te salva del dolor y te brinda la protección que necesitas; pero, ¿en qué situación piensas que es mejor buscarlo?

Antes de comenzar un nuevo día, repite: “Hoy oiré tu voz, mi Creador. Mis ojos estarán en ti, Santo de Israel”.

Alejandro B

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